Demoras por pandemia, rodajes retrasados, estrenos postergados. Todo eso parece ‒por ahora‒ haber quedado atrás mientras Marvel vuelve a probar su condición de Rey Midas actual del audiovisual de entretenimiento, concatenando éxitos cómo siempre y logrando (quizá ya no con la regularidad de antes) el beneplácito de la crítica.

Con su Fase 4 en desarrollo y nuevos personajes que cobran cada vez más importancia (Shang Chi, Eternals), es en la televisión y su propio espacio de streaming, Disney+, donde sus criaturas acaso más reconocibles, más cercanas, han encontrado una suerte de sobrevida. Tal es el caso de la revisión completa del universo que plantea la serie What If...?, así como el foco cenital sobre Hawkeye (a buena hora), al que le dieron finalmente espacio y desarrollo como nunca antes.

Qué pasaría sí...

Los universos de superhéroes de las historietas se basan en su propia continuidad. Es así que diversos sucesos van marcando no sólo las historias que protagonizan estos personajes, sino su contexto todo. Sin embargo, tanto Marvel cómo DC pensaron en algún momento alguna línea editorial o narrativa en la que jugar libremente y sin tantas ataduras, una línea cuya premisa básica era salirse del libreto y jugar con la ucronía cómo posibilidad creativa. En DC fue la colección Elseworlds (Otros mundos) y en Marvel su serie What If...? que se explica ya por sí misma. ¿Qué pasaría si la araña radioactiva nunca hubiera mordido a Peter Parker? ¿Qué pasaría si los Cuatro Fantásticos nunca hubieran tenido su accidente en el espacio? ¿Qué pasaría si Daredevil nunca hubiera quedado ciego? Estas y muchas otras preguntas funcionaban siempre como disparador para algo nuevo, algo ciertamente fresco, que permitía el juego, la experimentación, probar con otros elementos a los personajes de siempre.

Fue todo un anuncio cuando Marvel confirmó que su primera serie animada sería What If...? Sobre todo porque porque alimentó la esperanza de todos los fans de, por fin, ver en la pantalla el universo tan desarrollado de las historietas sin ataduras. Sin embargo, este What If...? animado se concentra en variaciones dentro de lo ya presentado en el Universo Cinematográfico Marvel. Es decir, sí, veremos variaciones de lo ya conocido ‒¿qué pasaría si T’challa fuera Star Lord? ¿Si hubiera zombis en el Universo Marvel (probablemente la idea más original, y eso que parte de una historieta vergonzosamente mala)? ¿Qué pasaría si fuera la Capitana Carter la primera vengadora? Etcétera‒, pero siempre dentro del universo ya presentado en las películas y las series.

Se siente un poco como una oportunidad desperdiciada para introducir cosas nuevas, pero es de suponer que cada personaje importante en el futuro va a tener una entrada más triunfal que una aparición en una serie animada. Sin embargo, incluso con lo anterior en mente, no deja nunca de ser una serie muy entretenida, con algunos episodios mejores que otros, con la posibilidad de reencontrarse con personajes que quizá ya no regresen nunca a la “línea” principal que llega en acción real y con un díptico de cierre muy contundente, en el que Marvel hace un enorme guiño a su competencia y su Crisis en las Tierras Infinitas, proponiendo una inesperada conclusión a los capítulos unitarios con un moño que ata todas las historias que veníamos viendo hasta entonces.

Foto del artículo 'Cerrar el año con Marvel: un repaso de dos de los más recientes esfuerzos de la escudería'

El arquero púrpura

Si en algo podemos todos estar de acuerdo ‒al menos los que hemos visto cómo se ha desarrollado el Universo Marvel hasta ahora‒ es en lo subutilizado que resulta Clint Barton, alias Hawkeye, a lo largo de todas las pasadas entregas. Algún cameo por acá, un rato como minion descerebrado a las órdenes de Loki, un poco más de presencia en Ultron, algo más en Civil War y, por fin, buenos momentos en Endgame. Nunca había brillado con luz propia, y es algo que puede ser lógico, pues ¿qué clase de historia puede contarse sobre un hombre común en este universo de dioses, superhombres y villanos intergalácticos?

Pero, justamente, es eso mismo lo que da particular perspectiva y energía al relato que ocupa estos seis episodios de la serie de Hawkeye. Su propia humanidad, sus relaciones, su familia, las pérdidas que ha sufrido a lo largo de todo este tiempo como vengador. Así, muy inspirada (al menos visualmente) en la historieta a cargo de Matt Fraction y David Aja, es que se nos cuenta esta aventura del principal arquero del Universo Marvel. Aventura que, sin embargo, no será en solitario, puesto que será coprotagonizada por Kate Bishop, su aprendiz.

Todo comienza con la aparición en una subasta ilegal del traje de Ronin, álter ego que usara infamemente el propio Barton durante su época más oscura. El traje dispara varias tramas en paralelo que involucran a varios villanos, a la familia de Kate y, obviamente, a Hawkeye tratando de controlar las cosas a medida que la Navidad (y una promesa hecha a su propia familia) pende como espada de Damocles sobre su cabeza.

No es menor la ambientación navideña, puesto que estamos frente a una aventura muy ligera, liviana y dinámica, donde son Jeremy Renner y Hailee Steinfeld los que más brillan, tanto en sus respectivos personajes como en la forzada interacción que se va dando entre ellos. Son respaldados por un elenco de fuste ‒se destacan Vera Farmiga, Linda Cardinelli, Tony Dalton y un par de apariciones especiales que no adelantaremos aquí‒ y una serie de hechos que no da respiro (especialmente bueno es, en este sentido, el tercer capítulo, con el escape y persecución en automóviles).

Es muy refrescante encontrar una aventura urbana concreta y simple, en la que no esté en juego (otra vez) el universo sino cosas pequeñas y particulares para sus protagonistas. De hecho, en la única nota acaso discordante, los momentos más dramáticos combinan bastante mal con los pasos de comedia o de acción y terminan haciendo ruido.

Bien enganchada dentro del Universo Marvel, Hawkeye tiene además suficientes guiños y apariciones ‒todas con sentido‒ como para mantener al fan contento y entretener sin problemas al espectador casual que se la cruza en su camino. No rompe el molde ni se sale de lo esperable, pero, como todo buen producto Marvel, entretiene de manera consistente.

What if...? Una temporada de nueve episodios, de 31 a 36 minutos cada uno. En Disney+. Hawkeye. Una temporada de seis episodios, de 40 a 61 minutos cada uno. En Disney+.