El gobierno autorizó el reinicio de espectáculos musicales, cinematográficos, artes escénicas y otras actividades culturales al aire libre. Para realizarlos, rige el protocolo oficial aprobado por las autoridades sanitarias, válido únicamente para predios vallados con áreas de ingreso debidamente delimitadas.
Este protocolo tiene el objetivo de “seguir disfrutando de la cultura” y a la vez cuidar a los trabajadores y a los espectadores, y su continuidad está sujeta a la evaluación de las autoridades de la evolución de la curva de contagio de la pandemia.
Entre las consideraciones generales, se establece que los espectadores deberán mantener un distanciamiento físico de al menos dos metros, con estricto uso de tapabocas al ingreso, durante el espectáculo y a la salida. El personal administrativo y de atención al público deberá estar capacitado y las zonas de acceso al público deberán limpiarse con más frecuencia. Por último, se recomienda a la población de riesgo no asistir a las instalaciones.
El documento oficial también incluye varios puntos más específicos, a aplicarse de acuerdo con los requerimientos de la actividad. Entre ellos:
El uso de tapabocas es obligatorio para asistentes, personal y proveedores. Quedan eximidos los artistas que actúan en el escenario, exhortando a que mantengan el distanciamiento mínimo de dos metros “en la medida de lo posible”.
Durante el ingreso, que debe ser por etapas, no se recomienda el control de temperatura en tanto podría provocar aglomeraciones. Sí el control de uso de tapabocas y aplicación de alcohol en gel. La salida también debe ser por etapas y las medidas de seguridad deben difundirse en forma acústica o gráfica. Es obligatorio contar con una o más personas designadas al control de la circulación y el distanciamiento al entrar y salir.
Se recomienda que las actividades no duren más de dos horas y que no se extiendan más allá de la medianoche.
El aforo máximo para teatros y espacios al aire libre es de 30%. Se sugiere tomar en cuenta herramientas de evaluación de riesgo y no realizar eventos en lugares con niveles de riesgo alto o muy alto.
Los espectadores que conviven bajo un mismo techo pueden sentarse juntos, dejando una o dos localidades vacías de separación con los demás. Pueden utilizarse todas las filas de asientos, siempre que las butacas disponibles estén en zigzag.
Los baños y los servicios higiénicos deben contar con “abundante” jabón y toallitas descartables, mientras que en los centros de hidratación, si existen, no deben ofrecerse vasos. Cada uno debe llevar su propio recipiente.
Si es indispensable la operativa con dispositivos con pantallas táctiles o computadoras con teclado y mouse, deben higienizarse regularmente.
Se recomienda que la venta de entradas y toda otra comunicación se realice a través de internet, evitando cualquier trámite en el espacio de realización del espectáculo.
El uso de tapabocas y el distanciamiento físico también son obligatorios en el backstage, en forma permanente y “sin excepciones”. Se autorizan ensayos y pruebas de sonido, manteniendo la distancia sugerida en lo posible, según lo que requiera el espectáculo.
La jornada laboral puede ser completa, siempre que se puedan realizar pausas para la desinfección de los espacios.
Todos los presentes, incluyendo artistas, personal y público, dan su consentimiento al protocolo por el solo hecho de asistir a los eventos. En el caso del personal de producción, este debe firmar un documento de conformidad.