Hace un mes informábamos de la inclusión de varios autores uruguayos en la lista de recomendados de la Fundación Cuatrogatos, entre ellos los ilustradores Alfredo Soderguit, Matías Acosta, Francisco Cunha y Genoveva Pérez Volpe. También son frecuentes las noticias de numerosos ilustradores uruguayos cuyas obras se publican en editoriales muy prestigiosas a nivel internacional.
Ayer llegó, fresquita y de sorpresa, la noticia de que Daniela Beracochea y Álvaro Díaz resultaron preseleccionados para la edición número 55 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia. Tan de sorpresa como se conoció la lista de los preseleccionados, en la tarde del miércoles ya se hizo pública la identidad de los 77 seleccionados para el catálogo de la feria. Entre ellos quedó confirmada Beracochea.
Llevada a modalidad virtual debido a la pandemia, este año incorporó la modalidad de preselección, por eso en la tarde del lunes, cuando se encontró con un montón de felicitaciones, Beracochea no entendía nada: “Había tanta gente en esa lista que pensé que estaba mal, que sería la inscripción. Empezamos a pensar con otros compañeros y compañeras de Iluyos y concluimos que estaba preseleccionada”. El jurado, integrado por la italiana Beatrice Alemagna, el alemán Atak, la británica Suzanne Carnell, la japonesa Kiyoko Matsuoka y la estadounidense Maria Russo, debió elegir entre 3.235 trabajos provenientes de 68 países, y preseleccionó 303, de los que saldrán los 77 que finalmente estarán en el evento.
Esta feria de compra y venta de derechos, y de encuentros entre los diversos sectores de la literatura infantil, una de las más prestigiosas del rubro, surgió de una muestra de ilustradores, y si bien después se transformó en un evento central dedicado al mercado editorial, mantuvo el espíritu de pensarse como un lugar abierto a la ilustración. Por eso el catálogo y la muestra son un evento central en la feria, que el año pasado debió adaptarse a las circunstancias que imponía la emergencia sanitaria y seguramente haga lo mismo en esta edición.
Los preseleccionados
Beracochea se presentó como parte de la delegación uruguaya; cada año el Ministerio de Educación y Cultura invita a presentarse a todos los que alguna vez resultaron ganadores del Premio Nacional de Ilustración, que se entrega desde 2014. Sobre su trabajo, titulado Lobas, contó a la diaria: “Desde hace años viene gestándose una historia, una secuencia de imágenes. Cuando nació mi hijo, León, me presenté al Premio con una secuencia muy visceral, que era lo que podía hacer mientras él dormía. Con el tiempo fue leudando la idea: nada nace de un día para el otro, sino que se va armando, queda una idea dando vueltas, una la retoma, la lleva para un lado, para el otro. Esto es un poco un producto de eso: una historia sobre la maternidad de dos individuas, una loba y una mujer que se encuentran en un bosque sin saber que la otra está embarazada, y hay un momento de empatía, como el principio de querer proteger, de confianza y de ayuda, algo que se vive mucho, cuando estás embrazada, con las otras mujeres que son madres o que están pasando por lo mismo: eso de mirarte y decir ‘sé por lo que estás pasando’”.
También la sorpresa y la alegría fueron la reacción del otro preseleccionado, Álvaro Díaz, quien se presentó con la serie Triatleta en cuarentena, inspirada en la situación de excepción que significa la pandemia por la covid-19, con todos los desafíos que implicó. “El aislamiento y la incertidumbre de lo que iba a ocurrir hizo que nuestros miedos y fantasmas quedaran expuestos, y tuvimos que hacerles frente en muchos casos en solitario y con las herramientas que teníamos a mano”, comentó el autor.