Por segundo año consecutivo, el Bazofi se va a realizar en línea. Esta muestra curada y presentada por el crítico, historiador y coleccionista argentino Fernando Martín Peña se viene realizando desde 2012. Es un evento no competitivo y no suele haber películas nuevas. Aquí se trata del placer de descubrir y compartir rarezas. Suele haber de todo: obras maestras desconocidas (que sólo por falta de suerte quedaron afuera del canon de las “grandes películas de la historia del cine”), películas irregulares o inconsistentes pero que tienen algún elemento llamativo o alguna característica muy vital, y excentricidades de distinto tipo. En la mayoría de los casos, no llegaríamos a esos títulos sin la intermediación de la sensibilidad y de los amplísimos conocimientos de Peña.
Empieza este jueves y se extiende hasta el domingo 2 de mayo. Todavía no se difundió la programación completa, pero se puede ir consultando en la página de Facebook. En la primera semana habrá títulos de entre 1925 y 1980 oriundos de Argentina, Estados Unidos, Japón y distintos países de Europa.
De ellas, conozco dos, y las recomiendo mucho. Maciste en el infierno (de Guido Brignone, 1925, Italia) es muda. Fue la 26ª vez que el forzudo Bartolomeo Pagano interpretó el personaje Maciste. La primera fue en Cabiria (1914, de Giovanni Pastrone), y ahí el personaje era el esclavo fiel de un buen señor del Imperio romano. Más adelante, Maciste pasó a ser un nombre, una apariencia física y una personalidad que podrían surgir en cualquier época de la historia y ejerciendo cualquier profesión (más o menos como el ratón Mickey). En esta entrega es un buen vecino de un pueblo europeo de hacia 1800, y va a usar sus músculos contra las mismísimas fuerzas del infierno. Se trata de una diavoleria, es decir, una fantasía lúdica que involucra asuntos e imaginería relacionada con diablos. Sin ser una comedia slapstick ni nada que se le acerque, es obvio que es un divertimiento en el que el infierno está sumido en intrigas políticas. Gobierna Plutón secundado por un primer ministro, pero el personaje más importante es el líder de la oposición, que se traslada al mundo terrenal con aires de Mefistófeles para tratar de pervertir el alma impoluta del bueno de Maciste. En lo que refiere al uso del montaje y de la puesta en escena, la película luce bastante primitiva en comparación con lo que se venía haciendo en las cinematografías más llamativas de ese momento. Pero las imágenes en sí son un jolgorio para los ojos y la sensibilidad, con sus escenografías elaboradas, su cuidada iluminación y el concepto del ambiente infernal. El “virtuosismo técnico” (así se nombran los efectos especiales) está a cargo del célebre español Segundo de Chomón. Él fue responsable de los preciosos efectos de stop motion, superposiciones de imágenes y juegos con espejos, gracias a los cuales podremos ver un pulpo gigante moviéndose sobre la ciudad (alegoría para “los tentáculos del vicio”), un dragón que vuela y deja un rastro de fuego, un rostro de diablo destruido por una piña de Maciste, pero que se reconstituye mágicamente, o el televisor con que las criaturas infernales pasan el tiempo viendo lo que hacen los terrestres (va el viernes a las 21.30).
La película de apertura del Bazofi, este jueves a las 18.00, es La pupila de la casa nº 13 (Tonka šibenice, de Karl Anton, 1930). Fue la primera película hablada producida en Checoslovaquia, aunque en realidad hay sólo dos breves episodios hablados (una canción y una oración), aparte de la música sincronizada y unos pocos ruidos. Está espléndidamente filmada, totalmente a tiro con las vetas más importantes del cine de finales del mudo: el estilo de continuidad hollywoodense, el cine alemán, el impresionismo francés, algo de la imaginería del cine soviético. La temática es sórdida e involucra migración del campo a la ciudad, prostitución, pena de muerte, pobreza y alcoholismo. El aspecto de tragedia burguesa con “mujer caída en desgracia”, pese a las virtudes de la realización, es quizá medio forzado. Sin embargo, el inicio bucólico y el episodio central en la prisión son formidables. La bellísima Ita Rina fue uno de los símbolos sexuales de la Europa central durante su breve carrera cinematográfica. Y la madre de Tonka es la gran Vera Baranovskaya, del clásico La madre (de Vsévolod Pudovkin, 1926).
Si el criterio es el mismo del año pasado, las películas se trasmitirán gratuitamente por Youtube, pero estarán disponibles por unas pocas horas, ya que la idea es propiciar la sensación de comunión y simultaneidad característica de una función presencial. A tal efecto, el chat de Youtube contribuye a la animación de cada función, porque hay mucha gente que va comentando cosas en simultáneo, o en los momentos previos o justo después. Grosso modo, de lunes a viernes habrá dos funciones diarias, respectivamente alrededor de las 18.00 y de las 21.00 (dejando espacio, a las 20.00, para la habitual trasmisión de Filmoteca Online, que se integra al Bazofi pero con materiales más breves). Los fines de semana habrá tres funciones de largometrajes. Traten de no perderse las presentaciones que hace Peña antes de cada película, que siempre son informativas, divertidas y llaman la atención, con su especial sensibilidad, hacia las peculiaridades relevantes de lo que se está por ver. Son una parte importante de la fiesta.