Un estudio reveló que una pieza encontrada en la Biblioteca Nacional de España sería obra de Lope de Vega, pese a que ni siquiera figuraba en la lista de obras perdidas del autor. Su título es Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido y el encargado de identificarla fue Abraham Madroñal, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Ginebra.

En conversación con medios españoles, Madroñal explicó que la obra contiene centenares de expresiones e incluso versos completos que son idénticos a otros ya escritos o por escribir de Lope de Vega, “lo que constituye una prueba prácticamente irrebatible de autoría”. Además, la inusual métrica de los versos es idéntica a la que usó el autor en sus últimos años.

El toque final de esta comprobación llegó a través de la “estilometría computacional”, una herramienta capaz de comparar esta obra de teatro con otros miles de comedias y encontrar afinidades estilísticas. El análisis de Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido mostró que los 100 textos que más se le parecían eran todos de Lope de Vega.

“Lo que hacemos es analizar estadísticamente el léxico más frecuente. No importan tanto las palabras específicas, con sentido, como las palabras que más se repiten: los conectores, los artículos, los pronombres. Este era un impreso desconocido hasta ahora, que indefectible es de Lope de Vega”, dijo a ABC el experto en estilometría Germán Vega, que trabajó con el texto.

Y agregó: “En estos momentos estamos investigando mucho. Gracias a la estilometría computacional irán apareciendo más obras de Lope en los próximos meses. Hay títulos que están mal atribuidos, como este, y otros que directamente no tienen autor, y que podrían ser de él, también”.

La primera edición de Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido estaría fechada entre 1632 y 1634, poco antes de la muerte del dramaturgo. Está atribuida a Miguel Bermúdez, actor y escritor ocasional del que se sabe poco. Lo extraño es que a Lope de Vega se le han atribuido, a lo largo de la historia, autorías que no le correspondían, pero nunca había pasado, como ahora, que una obra suya hubiese sido atribuida a otro.

Esto se explicaría por el contenido político del texto: el autor hace la defensa de Gonzalo Fernández de Córdoba, nieto del Gran Capitán y comendador de la orden de Santiago y hermano del duque de Sessa, protector y mecenas del literato, que estaba siendo juzgado por Felipe IV debido al fracaso en la Guerra de Sucesión de Mantua y el Monferrato. La intención de Lope de Vega habría sido apoyarlo, y la hipótesis de Abraham Madroñal es que luego renegó de la pieza para evitarse problemas.

“Con esta obra, Lope intenta recordarle al rey y al conde-duque de Olivares lo que le debían a esta familia. A estos no debió de parecerles bien, y por eso se desentendió del texto. Yo creo que esa es la razón por la que aparece firmada por Miguel Bermúdez”, explicó el catedrático.

Varias comedias de Lope de Vega han sido ya adjudicadas al autor mediante el procedimiento de someterlas a la estilometría computacional, y se cree que todavía aparecerán más. A fin de cuentas, el autor es considerado uno de los más prolíficos de la literatura universal.