Las plataformas de streaming desbordan de contenido estadounidense junto a una buena cantidad de material británico y, periódicamente, se cuelan títulos destacados de España, Francia, Alemania, y, cada vez más, aparecen opciones latinoamericanas. Claro que el mundo es un poco más grande e incluye a más países, y vale la pena conocer sus ficciones cuando el algoritmo las deja picando o cuando uno recorre y recorre en busca de algo que no le suene repetido.

La serie que nos reúne en esta oportunidad no parece escapar de ciertos cánones occidentales de la narrativa. Pero no siempre se cruza ante nuestros ojos una comedia finlandesa, y menos una con el sugestivo título de Nerd: DragonSlayer666.

El protagonista es un nerd que se identifica en las redes como DragonSlayer666 (número que dicho en finés suena cush-cush-cush) y sueña con triunfar en el competitivo y cada vez más lucrativo mundo de los e-sports, que incluyen torneos en los que equipos se enfrentan en algún videojuego de muerte y destrucción, y los ganadores se llevan fortunas en metálico.

Sin ganas de terminar los estudios ni trabajar ocho horas de lunes a viernes, recibe el ultimátum de su madre de hacer “algo” por su vida. Y lo menos odioso parecería ser formar un equipo y jugar al Counter-Strike por dinero, una tarea que no le sale nada mal. Hay un único inconveniente: nuestro nerd es egocéntrico, misántropo y varios adjetivos que chocan directamente con la idea de trabajo en equipo.

Así que durante el reclutamiento de jugadores hará todo lo posible por conquistarlos, para luego tratarlos mal e incluso coquetear con irse a la competencia. Durante tres temporadas, de ocho episodios cada una, lo veremos tomar malas decisiones, fracasar, alienar a sus amigos y dejar pasar buenas oportunidades. ¿Podrá arrepentirse y madurar a tiempo de que sus compañeros lo perdonen? La pregunta se planteará varias veces a lo largo de la serie.

Un aspecto interesante de Nerd: DragonSlayer666 es que fue pensada en episodios muy cortos, de entre diez y 17 minutos, pero está contada de tal forma que en todos “pasan cosas” y uno se queda con la buena impresión de que duraron algún tiempito más. Llegaron a la región gracias a Film&Arts, y pueden verse en el básico de plataformas como NS Now.

Al tratarse de protagonistas adolescentes habrá situaciones de bullying, de amores no correspondidos y de amistades puestas a prueba. Eso mientras los personajes viajan a Suecia o a Francia en busca de la gloria (y la biyuya). Así que también habrá momentos de violencia ficticia... y un poquito de violencia verdadera, porque a veces se apasionan demasiado.

Si soportamos lo infumable del protagonista, podremos descubrir a un elenco muy competente, que incluye a su padrastro griego fanático del fútbol, su amigo obsesionado con el corte de pelo tacita y un par de jóvenes atraídas por DragonSlayerCushCushCush, aunque no quede muy claro qué le vieron.

El juego de los parecidos

Hace algunos meses me tocó comentar la película Heavy Metal(Juuso Laatio y Jukka Vidgren, 2018). Allí conocíamos la historia de Turo, el vocalista de una banda de metal “sinfónico, posapocalíptico, moledor de renos, antirreligioso, extremo, bélico pagano y fenoescandinavo”. Si bien se trataba de una road movie, también tenía como protagonista a un grupo de amigos finlandeses que soñaban con triunfar en Suecia. De paso, se las vuelvo a recomendar. Viene con referencia a Uruguay incluida.

Nerd: DragonSlayer666, de Aleksi Delikouras. En Films & Arts.