Para hablar de Pasaron Cosas UY hay que hablar de Néstor Montalbano. Este director, que reinventó la historia de su país (y del fútbol) en la película No llores por mí, Argentina, cobró fama en Youtube por sus videos que recopilan un año de acontecimientos de la vecina orilla, cargados de material audiovisual.
Gustavo Signorele, oriental de casi 42 años, reconoce la inspiración llegada del otro lado del río. “Vi el canal de él y me encantó. Yo viví allá ocho años y me gustaba verlo. Empecé a buscar algo parecido de Uruguay y vi que no había”, contó a la diaria. “Y me parece que hay un debe en la memoria reciente política, cultural, social, de todo tipo. Así que dije: ‘Voy a tratar de hacer algo parecido’. Empecé a recopilar material, pero no me salió algo parecido. Tiene una impronta diferente, pero el disparador fue ese”.
Los videos de Pasaron Cosas Uy, que pueden extenderse hasta casi las dos horas, también están separados por años. Optó por contar desde 1984 hasta 1995, aunque una primera tanda llegará hasta 1989. “Eran años que me interesaban porque yo era chico y tenía algún recuerdo vago. Para empezar a ordenar las cosas, por un tema personal y emotivo, me gustaban esos años. Por el tema de tratar de recordar la niñez, lo que se hablaba en mi casa y que yo no entendía muy bien”. “Por otro lado, es a partir de ese momento que empieza a haber material. Si bien hay material de hechos puntuales de la década del 70 o incluso del 60, no da para hacer una cronología anual”.
A la hora de contar con imágenes, también marca una diferencia con respecto a su inspiración. “La idea es que me paro en ese año y estoy parado ahí. Eso Montalbano no lo tiene como un precepto, pero yo sí. No sé qué va a pasar después, pero sí sé lo que ya pasó. El año 84 era muy significativo por las elecciones, pero no quería dejar afuera el inicio de la movilización popular, por eso hice un flashback al 83”.
“Siempre puedo ir para atrás, nunca para adelante. En el 85, la primera interpelación de la democracia es a [el ministro del Interior, Carlos] Manini Ríos, el tío de Guido. A mí no me cae bien, pero no puedo decir: ‘Este es el tío de esta gente que estuvo siempre en el poder’. Es la premisa”.
Signorele no es el protagonista de sus videos, sino que deja que las imágenes cuenten la historia y utiliza sobreimpresos para ampliar información. “Mi pretensión es la de la imparcialidad. Obviamente que objetivo no es, porque el que edita siempre recorta bajo su subjetividad, pero mi idea es no bajar línea. Lo que pasa es que hay personajes que son nefastos y no podés hacer que queden bien. ¿Cómo vas a hacer quedar bien a Gregorio Álvarez? Es imposible”.
Con respecto al proceso de creación de las piezas, cuenta que la mayor parte de la información la encontró en Youtube, pero también encontró otras fuentes. “Hay cosas de una agencia rusa que encontré por ahí, hay cosas de Televisión Española que están en su propio sitio, y alguna agencia más de noticias. Para armar la cronología de los años fui a la biblioteca del Palacio Legislativo, donde tienen archivos de diarios microfilmados. Fue sentarse frente a la maquinita y empezar a pasarlos. Con eso, más la memoria y alguna otra cosa, iba armando el tema para no fallar en las fechas ni en el orden”.
“Las versiones iniciales de los videos tenían mucho texto y me di cuenta de que no estaba bueno, porque la idea era que fuera todo audiovisual. Pero hay hechos muy importantes de los que no hay registro, o no encontré. Tampoco quería hacer una sucesión de diarios, porque eso es recontra aburrido. Entonces trato de mechar un poco: cuando no tengo audiovisual, muestro diarios y trato de poner el menor texto posible. Ningún tema se trata en profundidad; son todas cosas introductorias, que si a vos te interesan podés ir a ahondar en ellas”. Lo que no encontró en video y que más le hubiera gustado encontrar fue a Julio María Sanguinetti jactándose de no haber perdido una huelga.
Algunas temáticas están más presentes, un poco por la abundancia de material y otro poco por el interés del autor, como la música o el fútbol. “A mí me gusta el rock uruguayo de los 80 y hay bastante, aunque en el 87 hay una sección de música tropical. Si bien llegué tarde a eso, porque en los 80 era muy chico y todavía no sabía que me gustaba el rock, en la adolescencia lo tuve muy presente, y traté de reflejarlo”.
“El fútbol no es que me interese tanto –que me interesa–, pero lo que habla de nosotros como sociedad es que de fútbol es de lo que hay más archivo”, explica. “De chico, era el momento lindo del domingo: ir a la cancha, pasear por Montevideo… En mi casa no había auto, así que nos tomábamos el ómnibus y nos íbamos a cualquier lado. Era un paseo que hacíamos con mi padre y era nuestro momento solos, y me mueve esa parte”.
Como decíamos al comienzo, los videos tienen una extensión que puede sonar excesiva a quienes no toleran un video de dos minutos o un audio de Whatsapp de 15 segundos. “No es para todo el mundo. Es para gente que le interese y le divierta. Es un canal que no está monetizado y, más allá de que quiero que la gente lo vea, porque me parece que le puede interesar, también es un gusto personal. Entonces dije: ‘Lo voy a hacer como a mí me gusta y que dure lo que dure’. Opté por dejar los videos largos y no cortar cosas que me parecían muy importantes”.