La fecha exacta del comienzo de un nuevo carnaval en Uruguay nunca fue un asunto demasiado importante para sus fieles, en tanto siempre fue un dato parecido al del año pasado; una imprecisión fácilmente palpable en la nebulosa de los primeros días de febrero, un poco después del ultimísimo ensayo de una murga, o del mandado de apuro hasta la calle Ejido para comprar un rollo más de tela. El desfile oficial por la avenida 18 de Julio supo cumplir con ese cometido por un buen lustro. Para otros, el comienzo del nuevo carnaval siempre fue cuando el primer tablado abría sus puertas o se podía leer su programación en el pizarrón de la esquina.
En algún momento, la simpática frase “si yo te digo que es carnaval, apretá el pomo” se instaló en nuestra sociedad y sirvió como resumen coloquial del asunto, refiriendo al antiguo festejo con agua perfumada -o de zanja- arrojada, con baldes o cualquier envase que pudiera cargar una buena cantidad, al vecino, al pariente o al pierrot.
Esta vez, a la espera habitual se le sumó un año sin carnaval, y a esta edición se le deberá restar el desfile por 18, que en esta ocasión se realizará en las canteras del Parque Rodó.
Vaya a saber si algún factor de esta nueva ecuación festiva fue el que provocó que el martes 18, en el Antel Arena, se celebrara la Avant Premiere del Carnaval 2022.
Cerca de la hora del comienzo del evento, a las 21.00, el tránsito de automóviles, taxis y ómnibus del transporte capitalino colapsó en los alrededores del gigante de cristal mientras la lluvia caía con insistencia sobre la gente apurada.
Con una importante cantidad de público, a las 21.15, Álvaro Recoba, el habitual anfitrión del concurso oficial que se realiza en el Teatro de Verano, apareció sobre el escenario: “Bienvenidas y bienvenidos a este gran espectáculo”, anunció sobrio, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata celeste, y sin más presentó a parodistas Los Muchachos, el primer conjunto de la noche.
Los presentes, que ingresaron al recinto de tapabocas y con el certificado de vacunación (dos dosis contra el SARS-CoV-2) en sus celulares o en papel, recibieron con júbilo la presentación de los campeones de la categoría del Carnaval 2020.
Trajes brillosos de color fucsia para un conjunto de plantel algo renovado. Jimena Vázquez (ex Cyranos y Figura máxima del carnaval 2019) se puso al hombro un repertorio que promete pero que tiene mucho que ajustar todavía. Su parodia de la película Los juegos del hambre funciona como una alegoría para interpretar la realidad política y social del Uruguay, con humor y deliberada crítica sobre la coalición de gobierno de nuestro país. Gastón Rusito González volvió a poner en escena su efectiva y divertida caracterización del presidente Luis Lacalle Pou, y fuera de libreto el actor subió el volumen de su voz y llamó a defender al carnaval como “la fiesta más importante que tiene el Uruguay”. Sobre el final, el popular cantante Damián Lescano logró un genuino despertar de los espectadores que se levantaron de sus butacas para acompañar con palmas la pegadiza canción con la que estos parodistas bajan del escenario.
A segunda hora, humoristas Los Rolin se encargaron de suplantar a sus colegas Los Choby's, que no pudieron hacerse presentes esa noche ya que la mitad de su plantel, según informó Recoba, se vio obligada a comenzar una semana de cuarentena por covid-19.
Su propuesta para este año está pronta y resultó de gran agrado para el público, que festejó buena parte de su repertorio y conectó de inmediato con la frescura y entusiasmo del conjunto.
Vestidos como animales de fábulas, este grupo formado con especímenes de diferentes especies intenta lidiar contra un virus que provoca rabia. Martín Prado, junto a Leo Perla y Gustavo Maritato, combinaron sus años de tablas y sus talentos con agilidad y destreza. La representación, fiel a los fundamentos de su categoría, se aleja con naturalidad de los lugares comunes e inyecta su aguda crítica social en poesía pura y popular.
Luego llegaron los humoristas oriundos de San José, Sociedad Anónima. Carlos Barceló, su director, este año está al frente de un grupo de trabajadores que defienden una fábrica de ideas y combaten a dos hombres de negro que se hacen llamar “Los malla oro”. El conjunto echa mano a su clásica comedia de enredos, con Cleber Pato Esteche, que sin despeinarse toma la letra a su antojo y no logramos ver ni un hilo de su torpeza.
En la despedida los humoristas le expresaron su apoyo al grupo de profesores de Enseñanza Secundaria de San José sumariados en 2021, y Carlos Barceló hizo alusión a la Operación Océano como una de las temáticas que, según relató, parecen haber quedado olvidadas. “No pueden callarnos. Nos juntamos una vez para cambiar la historia”, dice una de las estrofas de la canción alusiva, interpretada por las integrantes del conjunto como voces principales.
Primera clarinada
Las murgas Cayó la Cabra, Asaltantes con Patente y La Trasnochada, una detrás de la otra aunque con breves pausas en el medio, criticaron duramente la gestión de gobierno, las decisiones del presidente y los dichos de figuras de la coalición gobernante como la senadora Graciela Bianchi y el senador Guido Manini Ríos.
“Con tantas cosas por decir no podíamos faltar”, cantaron Las Cabras en su presentación, que también dice “La murga llega y te salva”.
Como el resto de los grupos de esta avant première, su tiempo sobre el escenario fue de 30 minutos y lo aprovecharon para probar algo de su salpicón y un interesante segmento destinado a descubrir qué significa “estar en una”. En el siguiente, la murga armonizó una melodía sobre “El nuevo Mides con visión empresarial” y sorprendió con una ingeniosa sátira en la que festejó “los nuevos 100.000 pobres”.
El viejo título Asaltantes con Patente sonó en gran forma y presentó su espectáculo “Extraño”. Con German Medina agiornando y el protagonismo de los viejos cupleteros, la murga juega con su extrañeza, y utiliza el diálogo con el comediante en su papel de contra, para redoblar la apuesta de la crítica y volverla más severa o grosera en medio del entrevero de los puntos de vista.
Más tarde, dejan algo a un lado el humor y su severidad alcanza a los sindicatos y a una “izquierda achanchada”. Antes de la despedida recordaron “lo fuerte que pega la derecha cuando pega” y levantaron pancartas “por los que menos tienen”, “por la salud”. “En marzo tenemos una nueva lucha”, anunciaron, con los puños en alto.
La Trasnochada llegó vestida con remiendos y gorros como los que usaba Chaplin. Su figura principal, Maxi Orta, jugó un papel similar al de Germán Medina, aunque no idéntico. Este año, el hijo del gran Tucho despliega su comedia como un defensor del presidente Luis Lacalle -y su alto grado de popularidad- que no deja de interrumpir a la murga para que bajen un cambio.
Cantan: “Con cargos de confianza llenan su panza mientras se pierden las esperanzas de que algún día pueda cambiar” y “Mi patria popular es todo lo que vos no sos”.