El vandalismo contra obras de arte como forma de llamar la atención sobre el desastre ecológico del planeta tuvo un nuevo capítulo este viernes, luego de que dos activistas del grupo Just Stop Oil arrojaran sopa de tomate sobre el famoso cuadro Los girasoles de Vincent van Gogh. La obra de 1888, expuesta en la sala 43 de la National Gallery de Londres, está protegida por un cristal.
“Se despejó la sala de visitantes y se llamó a la Policía. Los oficiales están en el lugar. Hay algunos daños menores en el marco, pero la pintura está intacta”, informó la cuenta de Twitter oficial del museo. Las dos jóvenes que participaron en el acto, que se colocaron pegamento para pegarse a la pared de la galería, fueron detenidas minutos después por “daños criminales y allanamiento”.
La pintura es una de las cinco que realizó Van Gogh con esa temática, buscando reconciliarse con su colega y mentor Paul Gauguin después de una fuerte discusión que los alejó durante un tiempo.
En sus redes sociales, Just Stop Oil pidió a la primera ministra Mary Elizabeth Truss que detenga los nuevos proyectos de explotación de gas y petróleo de su gobierno. “¿Vale más el arte que la vida?, ¿más que la comida?, ¿más que la justicia? La crisis del costo de vida y la crisis climática están impulsadas por el petróleo y el gas”, escribieron integrantes de la organización en sus redes sociales. “Gracias a la escalada de los precios del gas, millones de familias británicas no podrán permitirse calentar una lata de sopa este invierno”.
En los últimos meses se produjeron varios atentados contra obras de arte. En mayo, un hombre que entró al Museo del Louvre en silla de ruedas y con una peluca atacó de un tortazo a La Gioconda de Leonardo Da Vinci. “Hay gente que está destruyendo la Tierra, piensen en eso. Todos los artistas te dicen que pienses en la Tierra. Por eso hice eso. Piensen en el planeta”, gritó mientras lo escoltaban fuera del lugar.
Más cerca en el tiempo y sin reivindicación de ningún tipo, un turista estadounidense de origen egipcio causó daños a un par de bustos romanos expuestos en los Museos Vaticanos. El hombre había pedido una audiencia con el papa Francisco y cuando le fue negada arrojó dos esculturas al suelo.
Intentó escapar, pero fue detenido por agentes de seguridad y puesto a disposición de la gendarmería vaticana. Los dos bustos fueron trasladados al laboratorio de restauración, para su análisis y recuperación, y el parte del equipo de restauradores de mármol indicó que los daños “no son significativos”.