Este martes Marianella Morena volvió a ser tema de conversación en España. Gonzalo Babé, diputado de Vox en Madrid, pidió explicaciones en la Comisión de Cultura de la Asamblea de Madrid, que dio su apoyo para la presentación en octubre de la obra Muñecas de piel, basada en la Operación Océano. La intervención se enmarca en un extenso debate acerca de la clase de obras que programa el gobierno del Partido Popular.
“Yo le critico la programación, que considero que es divisiva”, dijo Babé después de hablar de la obra de Morena. “Que ustedes sean transgresores me parece muy bien, pero no con el dinero de los madrileños. Con el dinero de todos los madrileños ustedes tienen que programar obras que no generen división social. Como les he dicho en otras ocasiones, si sus votantes supieran el detalle de las obras que ustedes programan, no sacaban un voto”. Y agregó: “Da la casualidad que ustedes hacen la programación que haría Unidas Podemos”, en referencia a la agrupación de izquierda.
En conversación con la diaria, la dramaturga uruguaya comentó que el episodio “es surrealista”. “Me pasó en marzo con Fuenteovejuna y ahora con Muñecas de piel, que fuimos programados en Teatros del Canal, que pertenece a la comunidad de Madrid”, contó.
“Hay una mirada totalmente interventora sobre la decisión de los contenidos. 'Cómo osan programar esto, ustedes que se dicen de derecha. Los votantes los votan porque dicen que son de derecha. Están traicionando a su electorado'. Y es una falsedad, porque ya estuve programada en el [también público] Teatro Español cuando lo dirigía Juan Carlos Pérez de la Fuente, que era de derecha. Un buen director de un teatro no programa ideológicamente”.
Morena también se plantó en contra de la idea de “lo que quiere la gente”: “Cada persona es un individuo que piensa y siente diferente al de al lado. Que nos pongan a todos juntos en un edificio, en comunidad, con la luz apagada, no quiere decir que cada uno no interprete, sienta y se exprese de manera diferente. Seguir repitiendo como un loro concepciones antiguas y autoritarias con respecto a lo que desea cada espectador es no estar al tanto de la evolución de la sensibilidad estética, la evolución de las libertades individuales y la evolución del arte”.
“El arte tiene este rol, esa pulseada con el espectador de provocarte para que des un paso, porque ese es su trabajo. Es mi trabajo movilizarte sensiblemente para sacarte de cierta zona de confort en donde el sistema te pone permanentemente: no seas inteligente, sé estúpido, consumí, no pienses, no sientas. Para que seas una persona que solamente produzca y no genere conflicto. Después yo elijo cómo te saco de la zona de confort, con qué lenguaje, con cierto contenido, pero ese es el trabajo del creador. Y es el trabajo de una sala pública”, afirmó, y agregó que le preocupa “el completo desconocimiento y desinterés acerca de cómo funciona la cultura pública”.
El vaso medio lleno
Por otra parte, Morena considera que el destaque que cobran estos problemas “es bueno y saludable”. “Primero, es una clase política que mira al teatro, que tiene la lupa puesta sobre el teatro, cosa que en Uruguay no existe, ni siquiera generamos ese tipo de interés. El teatro ocupa un lugar importante en la cultura madrileña, y siendo la sala pública más importante de Madrid, mucho más todavía. Después, que pongan en debate, aunque sea a través de sus bestialidades y su cabeza tan medieval, el rol del teatro público me parece interesante”.
“Siempre pasan este tipo de cosas que generan una reacción contraria de la que quieren. El pensamiento retrógrado, muy conservador, fascista, obviamente debe generar a alguien que lo aplauda, pero también genera una movilidad y eso es saludable en una sociedad democrática. Es saludable esta capacidad de reacción, demostrar que estamos vivos, latiendo y respondiendo”.
Morena vs Babé, primer round
En marzo, Babé ya se había referido a la obra de la uruguaya que se representó en España en 2021. “Se ha utilizado a autores clásicos para hacer versiones, entre comillas, libres, que lo único que hacen es deformar totalmente la idea del autor en la pretendida actualización. Lo que hacen es cargarse la obra”, dijo el diputado.
“En Fuenteovejuna, historia del maltrato se distorsiona de manera brutal a Lope de Vega hasta límites increíbles. Se mete el adoctrinamiento total de la ideología de género, en una caricatura que es insultante. Con un lenguaje hiriente, vulgar, que no es compatible con el que utilizó nuestro gran Lope en el Siglo de Oro español”.
Que Babé nuevamente se cruzara con un texto de Morena llevó a la uruguaya a una jocosa reflexión: “Nos empezamos a conocer, estamos generando un vínculo”.