“La ópera no es esa cosa acartonada ni mucho menos. Es un espectáculo teatral, un espectáculo que está vivo y que habla de nosotros, por más que esté escrito hace 350 años”, afirma Marcelo Lombardero, responsable de la dirección escénica de Così fan tutte, la obra de 1790 que se estrenará el viernes en el Auditorio Nacional del Sodre.

En conversación con la diaria, el director argentino habló de las características de esta obra, tercera de las grandes comedias musicales italianas compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart junto a Lorenzo da Ponte, después de Las bodas de Fígaro (1786) y Don Giovanni (1787). “Es una obra muy extraña ya para su época, por su forma de narrar, pero además por su historia y por cómo está puesto el punto de vista. Entonces, es interesante replantearnos cómo mirarla”.

Così fan tutte, que significa literalmente “Así hacen todas”, aunque podría ser un “Son todas iguales”, narra la historia de dos oficiales que están seguros de que sus mujeres les serán fieles durante su ausencia y realizan una apuesta, a la que le seguirán disfraces y toda clase de engaños. “Hay que tener en cuenta que esta obra tiene todavía una forma de mirar el espectáculo de una manera aristocrática. Esto estaba destinado para la corte y no para el pueblo en general”, recordó Lombardero.

“Después de la Revolución Francesa, cuando empezó la democratización de la cultura, este tipo de obras quedaron un poco desfasadas, porque es muy distinta la moral burguesa de la moral cortesana, pero no por eso menos misógina. No es que antes del siglo XIX la obra no se hizo porque hablaba mal de las mujeres: en realidad no se hizo porque hablaba mal de las mujeres en relación a la moral patriarcal burguesa. El meollo de la obra es la fidelidad, pero la fidelidad entendida de manera patriarcal. La fidelidad como posesión. Vos me tenés que ser fiel porque sos mía. Está bueno que en estos tiempos el teatro nos ayude a reflexionar”.

A eso se le suma un condimento fundamental. “Si no fuera por la música de Mozart, no sé si existiría alguna posibilidad o alguna necesidad de hacer una obra de este tipo. Pero la música de Mozart le da a esta historia un poco banal una profundidad y un significado. Es el poder de la música como conductor dramático, como un conductor de la historia, no una música abstracta o un ruido que nos acompaña, sino pensada en términos teatrales, dramáticos, para narrar una historia. Eso nos da pie para contar una historia divertida de una manera moderna”.

“Mi idea siempre al hacer una ópera es hacer un espectáculo. Un espectáculo que divierta, que atraiga, que sea interesante para el público. Y por más que soy un director de escena muy tradicional, en términos de que necesito contar esa historia que está ahí, también soy un hombre de mi época y necesito contarla desde mi mirada y desde mi entorno cultural. Y sobre todo me interesa hablarle al público en general, al público no melómano, al público que asiste por primera vez a un espectáculo de este tipo”.

Sobre esta “manera moderna” de contar Così fan tutte, el director dijo: “El arte siempre está atravesado por su entorno cultural y social. De la misma manera, nosotros, que interpretamos esas obras hoy, tenemos que mirarlas frente a nuestros ojos. Porque no hacemos historia, no somos historiadores ni damos cátedra de historia, hacemos teatro. Y esta producción en particular tiene la idea, como es una farsa y todo es un engaño, de mostrar cómo se produce el engaño del teatro. Entonces, todo lo que se mueve en escena, desde el armado hasta el desarmado, es visto y compartido por el público”.

Por otro lado, dice, “estamos parados en los años de aquello que se llamó ‘el destape latinoamericano’, fines de los años 70, principios de los años 80, donde el humor era muy distinto. De hecho, el humor de esos años hoy sería absolutamente incomprensible y políticamente incorrecto. Pensemos en [Alberto] Olmedo, [Jorge] Porcel, Hiperhumor. A partir de eso nos hemos sentado a pensar esta producción”.

La obra cuenta con la presencia de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Nacional del Sodre, con producción en los talleres del Auditorio, algo destacado por el director. “Hemos tenido el gusto de trabajar en los talleres de realización y de producción del teatro de una manera increíble, como el teatro hiperprofesional que es. Van a ver una comedia musical con una música maravillosa y unos artistas increíbles, porque además contamos con un gran elenco rioplatense. Tres argentinos y tres uruguayos, algunos de mucha experiencia y otros noveles que debutan con una entrega y unas ganas increíbles. Y además contamos con integrantes del área de Danza Contemporánea de la Escuela Nacional de Danza, y de los institutos de formación del Sodre, así que estamos muy felices”.

Così fan tutte. De Wolfgang Amadeus Mozart y Lorenzo da Ponte. Dirección escénica de Marcelo Lombardero. Dirección musical de José Arean. 11, 13, 15 y 18 de noviembre a las 20.00. Auditorio Nacional Adela Reta (Andes y Mercedes).