“Me preparé toda la vida para lo que estoy haciendo”, dice Florencia como invitada a un programa de tevé. Falta menos de una semana para el estreno de su tercer unipersonal, Yo soy la tormenta, el más importante de su carrera, y son días de mucho ensayo. Llora, se enloquece y vuelve a la calma en menos de cinco minutos, cuenta. Cuando hablamos, había terminado su jornada laboral en Canal 10 y acababa de almorzar… a las seis de la tarde.
“Me quedó un vicio después de que participé en Masterchef. Si necesito desconectar, miro las versiones de Masterchef de cualquier parte del mundo. Ver esos programas me relaja mucho, pero cuando lo hice fue una experiencia abrumadora. Me hace muy bien, es Agua Jane de la cabeza”, dice, y a veces se pregunta por qué está tan cansada. Luego recuerda que empezó a participar en obras de teatro a los 14 y que estudió actuación obsesivamente, hasta en dos lugares al mismo tiempo (en el Instituto de Actuación de Montevideo y en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático) y que ahora tiene 40 años, aunque no puede dejar de pensar que debería seguir estudiando algo más. Por ejemplo, “dramaturgia con Jimena Márquez”.
Todas las cosas que hizo como actriz en diferentes etapas de la vida, con un poco de distancia, le parecen barcos de los que fue saltando hasta el siguiente; a algunos los ve como parte de un pasado que ya no tienen mucho que ver con su presente, como cosas que “dejó atrás”.
La tormenta
“Soy una enferma, me encanta lo que hago; investigo, estudio, me pregunto cosas y me las respondo” reconoce. “Me gusta mucho escribir en cuadernos. Levanto una imagen y un texto me lleva a otro texto. Por ejemplo, lo primero que imaginé de Yo soy la tormenta fue la última escena. Vi la imagen y el texto del monólogo final, pero no sabía cómo empezaba. Es un proyecto que está en mi cabeza desde hace bastante tiempo”, explica sobre el inicio de esta obra escrita “a cuatro manos” junto al comediante y guionista Ernesto Muniz.
“Entre nosotros no tenemos nada que ver, pero nos une la comedia”, dice Florencia. “Ernesto es un estudioso y seguro que es el que más sabe de comedia en este país, y a mí también me encanta darle mil vueltas a la misma idea”.
Ali Wong, Hannah Gadsby y Bo Burnham fueron tres de los comediantes que más tuvo en cuenta esta pareja de guionistas para la idea central del espectáculo: “Lo que me resulta fascinante de esa gente es que yo veo sus shows y puedo ver el laberinto de esas cabezas, el mapa y dónde navega esa persona en lo que propone escénicamente. Lo hablamos mucho con Ernesto y nos sedujo esa idea. Yo tenía muchas ganas de que la gente pudiera ver lo que pasa en mi cabeza. En mis anteriores unipersonales, Jardín de infante e Intensidad, había algo de eso, pero no tanto como ahora”.
Florencia y Ernesto comenzaron su proceso de creación discutiendo sobre temas que les preocupaban y encontraron la contradicción en las caras de cualquier verdad. “Después descubrimos que la tormenta es una contradicción, un frente frío y otro caliente que se cruzan, lo que soy y lo que quiero ser. La tormenta es una revolución. Por ejemplo, todos queremos ser buenos hijos, pero de grandes nos molesta cuando nos llaman nuestros padres”.
Sola
“En mis unipersonales soy yo, no hay personajes”, aclara. “Busco la honestidad de la actriz y de la comediante, y me parece que ahora lo logramos. Y para este unipersonal sentí la necesidad de reivindicar la soledad. Vengo sintiendo desde hace un tiempo, desde que estoy sola, ponele, que la gente asocia la soledad con la tristeza, algo como de incompletud. Y yo pensaba: ‘No, estoy completa’, al revés. Cuando más cerca estás de tu soledad, más cerca estás de tu honestidad. Ahora hago las cosas que quiero. Todos conocemos amigas y amigos que siguen en pareja por el miedo a estar solos. A mí me ha pasado -porque además vivimos en una sociedad machista- que me digan ‘te noto re luminosa, ¿con quién estás?’Yo qué sé si estar sola no es mejor”.
Yo soy la Tormenta se estrena este martes 22 de marzo a las 21.00 en el Auditorio Nacional Adela Reta. Entradas en tickantel desde 480 a 1500 pesos.