La Gioconda es una de las pinturas más famosas del mundo y se encuentra entre los principales atractivos del Museo del Louvre de París. Su historia no está exenta de escándalos y el último, aunque pequeño, se desarrolló en horas del domingo.
De acuerdo a imágenes difundidas en las redes sociales, la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci sufrió un ataque gastronómico, ya que el cristal que la protege se veía sucio como consecuencia de un tortazo. La primera información señalaba que un joven que llegó en silla de ruedas y usando una peluca se levantó e intentó destruir la protección transparente, para luego arrojar el producto de pastelería.
Maybe this is just nuts to mebut an man dressed as an old lady jumps out of a wheel chair and attempted to smash the bullet proof glass of the Mona Lisa. Then proceeds to smear cake on the glass, and throws roses everywhere all before being tackled by security. ??? pic.twitter.com/OFXdx9eWcM
— Lukeee (@lukeXC2002) May 29, 2022
Las autoridades del museo actuaron con rapidez y redujeron al visitante, que habría tenido motivaciones ecologistas. “Piensen en la Tierra, piensen en la Tierra. Hay gente que está destruyendo la Tierra, piensen en eso. Todos los artistas te dicen que pienses en la Tierra. Por eso hice eso. Piensen en el planeta”, gritó mientras era escoltado fuera del lugar.
Can anybody translate what ole dude was saying as they where escorting him out? pic.twitter.com/Uy2taZ4ZMm
— Lukeee (@lukeXC2002) May 29, 2022
La protección de algunas obras de arte del Louvre data de más de un siglo, luego de que una mujer acuchillara un cuadro de Ingres en nombre del anarquismo. Sin embargo, en el caso del famoso cuadro, no solamente ha sufrido ataques sino que estuvo perdido durante años, entre 1911 y 1913. Durante ese período, los visitantes iban a ver el hueco que había dejado la obra.
En 1956, un hombre arrojó ácido contra La Gioconda y dañó su parte inferior, mientras que otro tiró una piedra contra el óleo. En 1974 le arrojaron pintura roja y en 2009 una taza de cerámica comprada en la tienda del museo. Para muchos, es una forma sencilla de llamar la atención mundial.