La semana pasada se lanzó una nueva edición de los Premios a las Letras, que convoca la Dirección Nacional de Cultura a través del Instituto Nacional de Letras. La tradicional iniciativa, que reconoce la calidad de obras éditas e inéditas creadas por autores de Uruguay, tuvo modificaciones en las categorías y en los premios.

Según informó Diario La R el martes, en la edición 2022 de estos galardones se excluyeron algunas categorías presentes hasta el año anterior, como Ensayos Literarios, Ensayos de Filosofía, Ensayos de Lingüística, Ensayos de Ciencias de la Educación, Ensayos sobre Arte y Música, Obras sobre Ciencias Sociales y Obras sobre Ciencias Jurídicas.

Bajo el paraguas de los Premios a las Letras también se encuentran los Premios Nacionales de Literatura, que sí se convocan este año. Premiarán en las categorías de Poesía, Narrativa, Literatura Infantil y Juvenil, Dramaturgia, y Ensayos sobre Historia, Memorias, Testimonios y Biografías. En todos los casos habrá reconocimientos a las obras éditas e inéditas.

Además, habrá premios Ópera Prima en Poesía, Narrativa, Literatura Infantil y Juvenil, y Dramaturgia, mientras que el Premio Ensayo sobre Investigación y Difusión Científica reconocerá una obra édita y una inédita.

Nicolás Der Agopián, coordinador del Instituto Nacional de Letras, consideró “injusta” la forma en que se difundió el tema en la prensa y dio su explicación sobre lo sucedido. “Se bianualizaron categorías que tenían muy poca convocatoria. Por una razón administrativa, los jurados cobraban aunque el premio se declarara desierto o aunque no hubiera obras presentadas”, explicó a la diaria.

“Eran categorías que muchas veces tenían una convocatoria de dos o tres obras presentadas. Bianualizarlo fue lo más inteligente que podíamos hacer manteniendo la estructura de los premios. Lo consultamos con muchísima gente”, agregó.

Der Agopián destacó el aumento de los montos para esta edición: “Los premios subieron 50% y el año que viene ese aumento se mantiene”. Es decir, que el regreso de las categorías no implicará un descenso del monto que recibirán los otros ganadores.

Der Agopián detalló algunos de esos montos: “Dentro de los Premios Nacionales de Literatura hay 12 categorías, cuatro (Poesía, Narrativa, Infantil y Juvenil y Dramaturgia) que tienen tres premios, en édito y en inédito. En édito, por ejemplo, subió a $ 75.000 el primer premio. Para prestigiarlo, lo separamos del segundo y del tercero, que subieron a $ 30.000 y a $ 20.000. Esas son las cuatro principales categorías”.

“El año que viene, en las otras categorías, se van a premiar obras de 2021 y 2022 en las categorías que tenían muy poca demanda. Por eso, Ensayos sobre Historia, Memorias, Testimonios y Biografías lo dejamos, porque es una de las categorías que tiene más obras presentadas”, dijo el jerarca, y confirmó que con el regreso de las categorías bianuales “el monto total de premios va a ser mayor; el incremento va a ser el mismo”.

Der Agopián también recordó que, en los hechos, en la convocatoria 2021 también hubo categorías que pasaron a régimen bianual, aunque tal vez la modificación no llamó la atención, porque al mismo tiempo se realizó una puesta al día con los premios a obras éditas.

La ley

En 2020 se modificó la Ley de Premios Nacionales para facultar al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) a definir las convocatorias edición a edición. En su comparecencia del 28 de setiembre de aquel año, el ministro Pablo da Silveira argumentó la importancia de modificar la ley para que los concursos del MEC escaparan del “ritmo un poco insostenible” que reglamentaba la Ley 19.252, por la que “cada tres años hay que dar un Gran Premio Nacional a la Labor Intelectual, lo cual podría estar bien, pero cada año hay que dar 40 premios nacionales de Literatura en distintas áreas, cuatro premios Ópera Prima y un Premio Ensayo sobre Investigación y Difusión Científica”.

“Esta es una gran cantidad de premios por año, que hace, en primer lugar, que el monto de los premios sea reducido y, en segundo término, que en un país chico como el nuestro exista el riesgo de que, de algún modo, esos premios se devalúen”, dijo el ministro entonces. En cambio, el artículo 349 de la Ley 19.252 daría al ministerio “la posibilidad de que ese total de fondos destinado para esos premios pueda distribuirse anualmente con flexibilidad: por ejemplo, que en ciertos años se premien ciertas disciplinas literarias y no otras, y al año siguiente, otras”, agregó en su momento.

“La idea es que esa lista se mantenga, pero darles flexibilidad a los organizadores para, eventualmente, bianualizar o trianualizar los premios en ciertas áreas, entregar menos premios por año, mejorar los montos y asegurarse, además, un mejor nivel de premiación a lo largo del tiempo. Tampoco es que esté obligado a hacerlo así, sino que se introduce un elemento de flexibilización, muy demandado, tanto por parte de quienes actúan como jurados como por parte de muchos premiados, en el sentido de que la norma que tenemos no se ajusta bien a las condiciones de nuestra escala y de nuestra producción cultural”, dijo Da Silveira en 2020.

En esa ocasión, la oposición no votó las modificaciones. El diputado frenteamplista Gustavo Olmos, de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, dijo a este medio que el artículo “habilitaba la discrecionalidad del Poder Ejecutivo para definir las categorías a premiar en cada convocatoria” y que “la ley que se modificó establecía claramente las categorías que debían contemplarse en los llamados y era un buen mecanismo para su promoción”.