El día que me hice fuerte es un formato televisivo infantil creado por la Prix Jeunesse Foundation, de Múnich, Alemania, que recoge historias de resiliencia protagonizadas por niñas y niños de todo el mundo. A principios de 2021, La Casa del Árbol, el colectivo de artistas, docentes y científicos interesados en trabajar con las infancias articulando estas áreas de creación, propuso que Uruguay se integrara a este proyecto, y el resultado son los 30 capítulos que podrán verse por televisión abierta en la pantalla de TV Ciudad a partir del sábado 9 en la franja infantil del canal montevideano, que transmitirá varios capítulos por día durante toda la semana. También estará en la plataforma lacasadelarbol.uy –y es una buena oportunidad de conocer el resto de la producción que allí ofrecen–.

Fundada por Radio Bávara, Estado Libre de Baviera, el Estado de Baviera, el gobierno de la ciudad de Baviera y el Centro Estatal de Baviera para Nuevos Medios, la Prix Jeunesse Foundation surgió en 1964 con el objetivo de promover la calidad en la televisión infantil en todo el mundo y ha organizado el festival bianual Prix Jeneusse International, así como capacitaciones para expertos en medios infantiles en todo el mundo. Se define como “una unidad pedagógica de medios para fomentar la resiliencia, la creatividad y la salud mental de los niños” y, mediante el proyecto Storytelling Club, “da la oportunidad a los niños de tomar conciencia de sus propias experiencias de éxito y ponerlas a disposición de otros en forma de historia”. “A lo largo del proyecto, los niños ven videos, juegan y escuchan narraciones con el objetivo de desarrollar sus propias historias de fortaleza. La finalidad de la unidad en su conjunto es la elaboración de un pequeño libro titulado El día en que supe que soy una persona fuerte, explican.

Jugada a la potencia narrativa de las historias, “la idea de la serie es inspirar a niñas, niños y niñes a encontrar sus fortalezas ante las dificultades. Es hablarles de resiliencia. No de forma explícita ni a través de una didáctica tradicional, en la que alguien explica al público qué significa un determinado término. Se confía en el poder de las historias para construirnos y sostenernos como sujetos y, desde ahí (esto es algo que creemos nosotros), como comunidades”, cuenta a la diaria Álvaro Adib, de La Casa del Árbol.

Esto último es lo que entusiasmó a los integrantes de este colectivo a postularse a Prix Jeunesse y así integrarse a la red de creadores de la serie y poder contar historias de resiliencia de las infancias uruguayas. Una vez iniciadas estas acciones, a principios del año pasado, la fundación les ofreció una capacitación virtual para que el equipo se introdujera en la metodología diseñada para la creación del formato. “Culminada esta instancia de capacitación, La Casa del Árbol dio inicio a la etapa 1 en Montevideo. Para esta etapa hicimos alianza con el Centro Cultural España [CCE], que ofreció apoyo logístico y financiero para la realización del ciclo de talleres”, relata Adib. También fue importante, en la financiación de la realización, el aporte del Goethe-Institut, destaca.

A mediados de año llegó el momento de ir al encuentro de las historias para contar y, luego, de comenzar a rodar. Durante la segunda y tercera semana de agosto de 2021, se llevaron a cabo los ocho encuentros del taller de narración con niñas y niños convocados por el CCE y por La Casa del Árbol. Participaron niñas y niños del Centro Giraluna de Nuevo París, del Club de Niñes Zumbador de Paso Carrasco, junto a otros del Centro, Cordón y Ciudad Vieja que se acercaron de forma individual. “Nos preocupaba romper un poco la homogeneidad de un público del Centro, sobre todo al convocar desde el CCE. Por eso invitamos a Giraluna y al proyecto Zumbador de Paso Carrasco para que vinieran con sus gurises, y se sumaron más a través de la convocatoria web del CCE. El resultado fue un divino grupo heterogéneo del que nacieron historias profundas y bellas. También tristes, algunas. Con esas historias hicimos un libro que volvió a los niños y del que Maya Gotz, la directora alemana del proyecto, eligió la historia para guionar que finalmente resultó en el primer episodio uruguayo”, comenta Adib.

El resultado de esos encuentros y del trabajo realizado en ellos son estos 30 episodios que se podrán ver a partir del sábado y que constituyen “una serie sobre los modos de vivir, la autoestima y la capacidad de resiliencia de niñas y niños”, narraciones en primera persona que nos invitan “a contagiarnos de las fortalezas de otras y otros para reflexionar sobre los pequeños y grandes problemas de las infancias”.