“Es el comunicado más agresivo que ha salido de un sindicato del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) en estos tres años”, dijo a la diaria el titular de la cartera, Pablo da Silveira, en referencia a las declaraciones de las bailarinas y los bailarines del Ballet Nacional del Sodre (BNS), afiliados a la Asociación de Funcionarios del Sodre (del PIT-CNT), quienes rechazaron “profundamente” una serie de despidos “injustificados” y solicitaron la renuncia de María Noel Riccetto, directora artística del BNS, y de Chiqui Barbé, directora ejecutiva.

Por medio de un documento difundido este miércoles, los bailarines plantearon que han tolerado “reiteradas faltas de respeto” hacia su trabajo “por parte de la dirección”, que ha presentado “carencias en la comunicación a lo largo de toda su gestión y falta de liderazgo y compromiso hacia la compañía”. Según supo la diaria, los despidos a los que se refieren son los de Óscar Escudero, Santiago Correa y Alejandra Acosta.

Para el ministro de Educación y Cultura, “los bailarines se parecen un poco a los jugadores de fútbol”, pues, debido a la exigencia de su actividad, “tienen una carrera imperativamente corta”. En consecuencia, “lo que hacen siempre, en todas partes del mundo, los planteles de ballet es ir renovando” a sus integrantes “por pequeñas tandas”, dijo.

En ese sentido, “la dirección del ballet decidió tres desvinculaciones, no por la vía de despido, sino por la vía de no renovación de un contrato a término, comunicado con antelación y con todas las garantías que tiene que haber en estos casos”, explicó Da Silveira. Esta fue la primera vez desde el comienzo de la pandemia que se concretaron desvinculaciones, pues “nos parecía que en un momento crítico como ese no correspondía hacerlo”, manifestó.

“Sería muy raro que pasaran cinco años y no hubiera ninguna renovación”, añadió el ministro. Además, “no es que estemos en una política de renovación de elencos”, sino que, “al contrario, hemos ido despacio, con prudencia”, sostuvo.

“Irresponsable”

Por otro lado, Da Silveira se refirió a las consecuencias “anímicas” y “económicas” de las que fueron “acusaciones muy graves”, pues afectaron “la imagen pública de una persona muy conocida”. De hecho, “ayer recibimos un par de llamadas de espónsors del ballet, preguntando si María Noel Riccetto seguía o no seguía porque de eso dependía que siguieran contribuyendo económicamente”, planteó.

“Es muy irresponsable lanzar ese tipo de acusaciones sin aportar ninguna prueba, sin referirse a nada concreto. La verdad es que nos tiene enormemente sorprendidos”, subrayó. Asimismo, Riccetto se caracteriza por “una conducción de proximidad, de conversación, de estar junto a los bailarines”, señaló.

El mismo día en que fue emitido el comunicado hubo una reunión “larga” entre el Consejo Directivo del Sodre, asesores, representantes sindicales y bailarines. Aunque “conversar, nosotros siempre conversamos”, corresponde “dejar claro que hay cosas que no estamos dispuestos a negociar”, acotó Da Silveira. “En el Sodre no hay cogobierno y los que tenemos la responsabilidad de tomar decisiones al respecto somos aquellos que fuimos puestos por nuestros ciudadanos en determinados lugares”, concluyó.

“Las mejores soluciones para todas las partes”

“Esto no va por el lado de los despidos”, sino por “las formas de trabajo”, dijo Alejandro Fuks, director técnico del Auditorio Nelly Goitiño y presidente de la Asociación de Funcionarios del Sodre, en conversación con la diaria.

Consultado por las afirmaciones de Da Silveira sobre Riccetto, Fuks aseguró que no existe la proximidad de la que habla el ministro. “Esto es muy claro: el que apuesta al diálogo es el sindicato”, y eso se observa en el hecho de que la mayoría de los bailarines plantean “una disconformidad en el trato”, declaró.

A la vez, el dirigente apuntó contra la postura de Da Silveira, pues “no quiere sentarse en una mesa a buscarle una solución a esto”. Sin embargo, “nosotros estamos abiertos a buscar las mejores soluciones para todas las partes”, agregó. La idea “no es hacerle daño a nadie” pero “si no hay diálogo es complicado”, lamentó.