En los últimos meses, gracias al éxito de la película Argentina, 1985 (Santiago Mitre, 2022), el llamado Juicio a las Juntas, que encabezó el fiscal argentino Julio Strassera por orden del presidente Raúl Alfonsín, ha estado presente en la conversación pública. Más de 800 personas declararon en ese juicio, y una de ellas fue la uruguaya Sara Méndez, detenida en Buenos Aires el 13 de julio de 1976.

Sara tenía un bebé recién nacido, de apenas 20 días de vida, que le fue arrebatado y del que no volvió a saber hasta que, en 2002, un examen de ADN confirmó que Aníbal, un joven que había sido criado por un subcomisario en la capital argentina era su hijo desaparecido. Sara había recuperado la libertad en 1981 y desde ese momento lo había estado buscando sin pausa. Durante todo ese periplo las frustraciones, la injusticia y hasta la saña de los que podían haber ayudado habían sido constantes.

Sara Kochen, por su parte, estaba embarazada de su primer hijo cuando escuchó el testimonio de Sara en el juicio. La historia la conmovió especialmente y se mantuvo siempre atenta a los pasos de esa madre que buscaba a su hijo. Supo, 25 años después de la separación, cuando logró dar con él, y decidió contar esa historia. “El cine es herramienta para contar historias y esta merecía ser contada”, diría luego la directora. “Desde mi lugar, como mujer feminista, sabiendo que esto les pasó a muchísimas otras mujeres. Sara atravesó muchas situaciones en las cuales nadie le creía que tenía un hijo, por ejemplo, o le decían cosas terribles como que se había muerto. Sufrí mucho haciendo el documental. Fue terrible. Pero me parecía importante dar a conocer esta historia también porque el final es reparador y esto es muy necesario. Hablar de ese reencuentro. Conocerla desde su costado militante. Ella no se queda parada, sale a buscar a su hijo, pelea por sus derechos, muchas veces en soledad, porque Uruguay, a diferencia de Argentina, no tuvo un nunca más”.

El documental incluye reportajes y material de archivo y da cuenta de las idas y venidas de una búsqueda que tuvo el raro privilegio de ser censurada cuando, durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti, se dio la orden a los canales privados de no emitir el spot en el que Sara Méndez llamaba a votar contra la Ley de Caducidad para poder llegar a la verdad sobre su hijo.