Este viernes en La Escena se estrena la obra teatral Pan rallado, que tendrá otras tres funciones entre sábado y domingo. Escrita y dirigida por Cecilia Caballero, toma un caso real como inspiración y construye una ficción acerca de cómo se deja de hablar de algunas cosas, casi como si nunca hubieran ocurrido.

En conversación con la diaria, Caballero recordó el trayecto desde la noticia original hasta la puesta en escena, que involucra a 17 personas. “Me llamó muchísimo la atención un hecho que sucedió en un supermercado de Montevideo en 2018. Un accidente. Ese hecho puntual y todo lo que sucedió en los días posteriores”.

“Un día me di cuenta de que el caso ya no estaba más en las noticias. Ya nadie se acordaba de eso”. Ese detalle fue el que quedó resonando. “Continuamos con nuestras vidas y nos olvidamos de algo que vimos hace un rato. Eso pasa con hechos que suceden todo el tiempo si no son levantados y continúan en la prensa. Que de hecho a veces ni siquiera llegan a eso, dependiendo de quién es la persona y su clase social”.

Pasaron unos años, y cuando le tocó escribir un texto para su taller de entrenamiento actoral, el tema volvió a estar sobre la mesa. “Por supuesto que este texto es pura ficción. Está inspirado en el hecho, pero habla de muchas cosas más: de cómo cada uno de nosotros es parte de todo un sistema. Los que van a comprar a los supermercados, los que tenemos vínculos y contratos laborales, y todos los que alguna vez vivimos una situación injusta en el laburo. Y también eso de cómo hoy vemos una noticia y mañana nos olvidamos”.

Caballero alimentó esa ficción con lo que se fue creando en escena. “Porque yo planteo situaciones. Por ejemplo, traté de imaginar cómo fue el día después. Quiénes somos cuando vamos a laburar a un lugar donde se murió alguien. Y con base en eso fuimos construyendo”. En esa búsqueda también hubo investigación acerca de hechos similares en otras partes del mundo. “Hace poco, en una cadena grande de panaderías en Corea, una persona falleció en un accidente laboral y el lugar continuó trabajando como si nada”.

Con respecto a la cantidad de personas en escena, simplemente eran las que asistían al taller. “No se había bajado nadie y seguíamos siendo 17 personas. Entonces traté de crear un mundo, porque en un supermercado pasan muchas cosas y hay roles muy distintos. Están los reponedores, las cajeras, los fiambreros, la gerencia, los encargados... Y también armé el mundo del cliente, que somos todas y todos los que vamos y consumimos y nos sumamos a cualquier promo que exista. Traté de meterme en esos micromundos que me resultan muy interesantes”.

“Hicimos un ensayo abierto, con familia, amigos y algún alumno de la escuela, y quedaron muy impactados. El grupo rindió muy bien, escénicamente están muy comprometidos. Desde el primer día que lo planteé, dijeron que sí y fueron para adelante. Con mucho amor, pero también con mucho miedo, inseguridad y valentía. Asumieron algo que no era para hacer profesionalmente, sino que era una investigación, un entrenamiento que estábamos haciendo”.

Las entradas se reservan al teléfono 098 584 324. Al momento de la charla quedaban pocas, pero está asegurado el regreso de la obra en abril.

Los hechos

Gonzalo Manuel González, empleado de la empresa Sipra Sociedad Anónima, falleció el 20 de julio de 2018, tras caer del techo del supermercado N° 11 de la cadena Disco, ubicado en 8 de Octubre y Garibaldi. Había subido a revisar unas goteras que filtraban agua al salón de ventas. Tenía 34 años, era ayudante de arquitecto por el Instituto Escuela de la Construcción, estudiante de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República y esperaba el nacimiento de su hija.

El Sindicato de Trabajadores de Disco repudió mediante un comunicado que la empresa no informara del siniestro a la comisión bipartita de salud laboral y por haber mantenido las puertas abiertas del local comercial “en todo momento”.

Más tarde, la propia cadena emitió un comunicado reconociendo la contratación de la empresa Sipra y que “haber mantenido abierto al público el local mencionado no se correspondió con la gravedad del desenlace de los acontecimientos”.

Tres años después, el juez penal Huberto Álvarez condenó al propietario de Sipra como “autor penalmente responsable” de un delito de responsabilidad penal empresarial a la pena de 12 meses de prisión bajo el régimen de libertad vigilada. Esta condena fue producto de un acuerdo por un proceso abreviado entre el imputado y el entonces fiscal penal de homicidios de Montevideo de primer turno, Juan Gómez, actual fiscal de Corte.

En octubre de 2022, la jueza letrada de Trabajo de séptimo turno, Marta Salaberry, condenó a Disco, a Sipra y al arquitecto responsable a pagar una indemnización de 90.000 dólares por el daño moral ocasionado a la familia de González.

Entre los argumentos de la decisión de la jueza está que Disco limpió la escena del siniestro antes de que llegara la Policía Técnica y mantuvo las puertas abiertas del local comercial. “Supermercados Disco del Uruguay SA alteró la escena del hecho, sacó escombros, limpió las manchas de sangre como si nada hubiera pasado y continuó trabajando”, expresó la magistrada.

Pan rallado, de Cecilia Caballero. Viernes 10 a las 21.00, sábado 11 a las 19.00 y 21.00, domingo 12 a las 19.00 en La Escena (Rivera 2477 y Ponce).