La informática suele tener un desarrollo incluso más veloz que el de algunos ciclos noticiosos, y quizás esa sea una de las razones por las que la prensa mundial está tan pendiente del desarrollo de la inteligencia artificial (IA), cuyas consecuencias podrían ir desde la manipulación de las masas hasta la pérdida de puestos de trabajo. Dos cosas para las que la humanidad se las ha arreglado hasta ahora sin precisar computadoras.

Apenas en julio del año pasado, la revista Cosmopolitan celebraba con bombos y platillos (virtuales) la salida de su primera revista con una portada generada por inteligencia artificial. Con la ayuda de Dall-E, una IA creada por el laboratorio OpenAI, editoras de la publicación, integrantes del laboratorio y una artista digital combinaron palabras y elementos hasta lograr la imagen de una mujer astronauta caminando por el planeta Marte.

La artista digital que participó en la creación, Karen X Cheng, había señalado en Instagram: “No quiero romantizar el asunto. Con la inteligencia artificial estamos a punto de entrar en un período de cambios masivos en todos los campos, no solamente en el arte. Muchas personas perderán sus empleos. Al mismo tiempo habrá una explosión de creatividad y posibilidades, y se crearán empleos nuevos, algunos de los cuales no podemos imaginar en este momento”.

Por entonces se advertía que la tecnología de Dall-E cambiaba las facciones de los rostros para evitar que se generaran fotografías o videos que pudieran resultar hirientes para personas reales, o que fueran (lo que también sería problemático), sencillamente, creíbles.

Pasó el tiempo, y la ley de Moore (que expresa que cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador) llevó a que las herramientas de IA mejoraran. Durante meses fueron el hazmerreír de las redes porque, pese a la mejora de los rostros, los humanos resultantes solían tener una cantidad excesiva de dedos en las manos. Pero esos detalles también se fueron corrigiendo.

Eso explica que esta semana haya sido noticia el artista alemán Boris Eldagsen, quien admitió haber presentado al premio de fotografía Sony World Photography Awards una imagen generada por IA con la que resultó ganador en la categoría creativa. En su sitio web, Eldagsen habló de la imagen que envió, en la que aparecen dos mujeres en blanco y negro, y dijo que lo hizo para descubrir si los concursos estaban preparados para la IA. “No lo están”, concluyó.

“Nosotros, el mundo de la fotografía, necesitamos ponernos a discutir sobre esto. Sobre lo que queremos considerar fotografía y lo que no. ¿Es el paraguas de la fotografía tan grande como para invitar a las imágenes de IA, o eso sería un error?”, se preguntó. Y dio su respuesta: “Las imágenes de IA y la fotografía no deberían competir entre sí en un premio como este. Son cosas diferentes. La IA no es fotografía. Por lo tanto, no voy a aceptar el premio”.

Y si pensaban que este desarrollo se limitaba a lo visual, no han prestado atención a las herramientas de creación de texto mediante tecnologías similares, como el popular robot conversacional ChatGPT, capaz de “responder” a los usuarios y generar textos que, muchos dicen, podrían confundirse con creaciones humanas. Otros, como el periodista Jake Cole, afirman que (al menos por ahora) son la combinación de un asistente virtual y un motor de búsqueda.

Esto no quita que algunos medios del estilo de (e incluyendo a) Buzzfeed hayan anunciado sus planes de comenzar a llenarse de contenido generado por IA. Por ahora se trata de sitios que buscan el clic a través de, por ejemplo, listas rápidas de “los destinos más elegidos en Europa” o “las diez mejores miniseries de Batman de todos los tiempos”. Una tarea que, supuestamente, podría realizar una IA recabando información en internet.

El lunes, mientras tanto, el diario digital español El Confidencial anunció en su cuenta del equipo de diseño: “Hemos empezado a trabajar con IA en ilustración”. Y se preguntaron, un poco en broma, si los resultados eran “impresionantes”, “preocupantes”, o si “ambas son correctas”. Quienes no tuvieron tanto humor fueron los comentaristas, que en su mayoría fueron muy críticos con esta decisión. Entre ellos, el dibujante de historietas Mikel Janín respondió: “Los resultados son la cancelación de mi suscripción”, y adjuntó una captura que evidenciaba lo expresado.

Por último, la IA también está llegando al mundo de la música, pero ahí se ha encontrado con un rival más poderoso que la ética y la moral: los abogados. Un usuario de TikTok subió a esa red social y a otras plataformas una canción que simulaba los talentos vocales de Drake y The Weeknd y acumuló cientos de miles de reproducciones, pero rápidamente fue retirada por “contenido infractor creado con una IA”. Sin embargo, como en otros casos, el “entrenamiento” de motores de inteligencia para que generen música inspirada en tal o cual artista será tan difícil de detener como otras manifestaciones que pululan en las redes. Por más que los sellos discográficos tengan mejores abogados que los artistas visuales que diariamente “inspiran” toda clase de imágenes.