La Justicia estadounidense desestimó una demanda por publicidad engañosa contra los productores de la película Yesterday, dirigida por Danny Boyle, en la que un hombre se vuelve la única persona del mundo que recuerda a los Beatles y se hace famoso cantando sus canciones. La comedia romántica se estrenó en 2019 y estaba protagonizada por Himesh Patel y Lily James.
En la historia original también participaba Ana de Armas como tercer elemento del triángulo amoroso, pero para el público que asistió a las exhibiciones de prueba su presencia volvía menos querible al protagonista, así que una gran parte de la filmación se eliminó del corte final. Sin embargo, la imagen de la actriz cubana apareció en algunos tráilers y materiales promocionales.
Esto llevó a que en enero del año pasado dos “fanáticos” presentaran una demanda colectiva alegando que habían sido engañados y que alquilaron digitalmente la película en Prime Video porque vieron a Ana de Armas en el avance.
Conor Woulfe y Peter Michael Rosza pagaron 3,99 dólares (cada uno) por la posibilidad de ver el film en sus dispositivos y luego descubrieron que la actriz no estaba. Debido a eso, acusaron al estudio Universal de marketing engañoso y reclamaron cinco millones de dólares en nombre de todos los consumidores que pudieron verse afectados por esto.
“Debido a que se les prometió a los consumidores una película con Ana de Armas en el tráiler de Yesterday, pero no recibieron una película con Ana de Armas, a dichos consumidores no se les proporcionó ningún valor por su alquiler o su compra”, decía la demanda. Una década atrás hubo una queja parecida de un espectador que alegó que el tráiler de Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) vendía una “película de acción con manejo a alta velocidad” y en realidad era un drama interpersonal lento, con escenas de violencia muy gráfica.
En aquel momento la Justicia no dio lugar a la demanda, y en esta ocasión tampoco, según informó The Guardian. El juez Stephen Wilson había autorizado el juicio, diciendo que los tráilers entraban dentro del “lenguaje comercial” y por lo tanto estaban sujetos a las leyes de la publicidad honesta, pero en un texto dado a conocer esta semana desestimó la acción legal.
Wilson estuvo de acuerdo con Universal en que el caso era una “herida autoinfligida” después de que Woulfe, uno de los demandantes, revelara durante el juicio que había alquilado Yesterday por segunda vez este año, a través de la plataforma Google Play. El hombre dijo que lo hizo para alegar “tergiversaciones” por parte de Google, ya que en los resultados de ese motor de búsqueda Ana de Armas aparecía como parte del elenco.
Como ya había visto la película en Prime Video, no era plausible que afirmara que la película le había sido tergiversada, dijo el juez, ya que “había declarado expresamente que De Armas no estaba y nunca estuvo en la versión que se hizo pública de Yesterday. Woulfe no dio explicaciones de por qué creyó que la versión a la que accedió en Google Play sería una versión diferente de la película a la que accedió en Amazon”.
De haber resultado favorable para los demandantes, el caso podría haber tenido derivaciones importantes para los estudios y la forma en que se realizan los tráilers, que muchas veces incluyen escenas que luego quedarán en el piso de la sala de edición. O, técnicamente, en la papelera de reciclaje.