Mientras HBO se sube al carro del resto de las plataformas y sale con la motosierra a cancelar series aclamadas por la crítica (mira cómo masacraron a mi Winning Time), hay una joyita que no tiene tanta popularidad pero sigue sobreviviendo mientras caen muñecos más grandes a su alrededor. Una gema, justamente, ya que se trata de The Righteous Gemstones, que hace un par de meses fue renovada para una cuarta temporada (¡no vale arrepentirse!).

La premisa es sencilla porque parte de una situación tan conocida en la ficción, que acabamos de despedir a una maravilla de serie que tenía muchos puntos de contacto. Resulta que hay una familia que se dedica al mismo rubro y con el paso de los años ha acumulado fortuna y poder, que no siempre son lo mismo. El patriarca parece haber pasado sus mejores momentos, así que los buenos para nada de sus hijos se arrancarán los ojos en busca del control del negocio familiar, que en este caso no es un megaconglomerado de medios que incluye toda clase de negocios laterales, sino una megaiglesia evangelista, de esas que incluyen toda clase de negocios laterales.

El líder es Eli Gemstone (John Goodman), quien enviudó poco tiempo antes del comienzo de la serie. Sus tres hijos son Jesse (Danny McBride), Kelvin (Adam DeVine) y Judy (Edi Patterson). Entre un gran número de personajes secundarios se encuentra el excéntrico tío Baby Billy (Walton Goggins), perteneciente al costado más terraja de la familia. Con un par de estos nombres alcanzaría para prestarle atención a la serie, pero esta suma de pesos pesados, más el hecho de que McBride es el creador, garantiza el resultado que pudo verse ya en tres temporadas. Y la tercera no sé si será la mejor, pero fue la que más me hizo reír.

En esta reciente tanda de episodios es cuando Eli finalmente da un paso (o un pasito) al costado, y deja los negocios a cargo de sus descendientes, que resultan ser todo lo codiciosos, torpes y mezquinos que venían demostrando en las dos tandas anteriores. Para peor, al mundillo de los televangelistas no le hace mucha gracia la llegada de esta nueva generación de empresarios de la fe. Que son igual de codiciosos, pero con menos paciencia para jugar a ser prolijos.

Claro que el principal problema es interno, porque todo el odio fraternal que se venía acumulando en los años de dulce espera del trono no hace otra cosa que explotar cuando llegan a sus tres tronos de oro. Y esto es literal, ya que los hermanos se construyen una sala desde la que comandar que comete ocho de los siete pecados capitales.

Tenemos entonces los conflictos externos, como el rechazo de sus pares y la baja en la recaudación (porque Eli es Eli... y ellos no), las rencillas entre los tres herederos Gemstone y, por último, los conflictos puntuales de cada temporada. En este caso hay una infidelidad absurda, un poderoso sponsor al que chuparle las medias, y una rama de la familia todavía más terraja y convertida en una milicia terrorista.

Cada nueva adición que amplía el universo Gemstone lo hace en gran forma, y los guionistas se encargan de que todos tengan algún momento de gloria, hasta la pareja de Judy (Tim Baltz como BJ), el hijo de Jesse (Skyler Gisondo como Gideon) y el extraño ayudante de Kelvin (Tony Cavalero como Keefe). La construcción del elenco viene siendo orgánica y no hay forma de perderte en cuanto a nombres y relaciones entre los personajes.

Como decía, los chistes funcionan de la mejor manera este año, aunque se extraña al McBride más desatado de series como Eastbound & Down. De todas maneras, siempre se cuelan momentos borde, que incluyen violencia inusitada, buena dosis de insultos, y detalles ridículos del amorío que amenaza con arruinarlo todo. El maravilloso final de temporada podría haber funcionado perfectamente como final de la serie, pero por algún mandato divino los ejecutivos siguen firmándole los cheques a su creador y se vendrán (imagino) otros nueve episodios con familias enfrentadas, poderes en disputa, canciones pegadizas y la hipnótica peluca del tío Baby Billy, que esta vez anda con ganas de convertirse en estrella de televisión. Creer y reventar.

The Righteous Gemstones. Tres temporadas de nueve episodios cada una. En HBO Max.