Teresa Vila (1931-2009) tuvo una destacada trayectoria como artista en las décadas de 1950 y 1960. En 1976, en lo más oscuro de la dictadura, dejó de exponer, pero siguió produciendo. Mientras fue una figura pública, desarrolló una obra experimentalista y crítica con la que buscó “politizar” el informalismo, según interpreta el investigador y escritor Riccardo Boglione en el texto curatorial de la muestra En el terreno de la duda: Teresa Vila 1949-1988, que se inaugura este jueves a las 19.00 en el Museo Nacional de Artes Visuales.

Cuadros móviles abstractos dedicados a la guerra de Vietnam, encuentros performáticos cercanos a los happenings -que ella denominó “ambientes temáticos” y “acciones con tema”-, arte textil, grabados y sus antijoyas son algunos ejemplos de la multiplicidad de medios y materiales que manejó Vila.

La muestra curada por Boglione, colaborador de estas páginas de la diaria, recupera gran parte de esa obra de Vila, y también de la que realizó en sus últimos años y no llegó a exponer. En total, se trata de 106 piezas, a las que hay que sumar otros objetos en vitrinas, como material gráfico y registros de los happenings de la década de 1960. El conjunto incluye una "cabina de meditación" que sólo se había montado un par de veces en 1968.

En 2022, Boglione organizó otra muestra sobre la obra de Vila, aunque limitada a su producción abstracta. La que inaugura ahora, en cambio, abarca todo lo que la artista hizo desde fines de la década de 1940, cuando terminó de formarse en la Escuela Nacional de Bellas Artes, hasta el final de su vida. De su último período habrá una quincena de obras hasta ahora nunca expuestas.

En el terreno de la duda: Teresa Vila 1949-1988. En la sala 5 del Museo Nacional de Artes Visuales (Julio Herrera y Reissig y Tomás Giribaldi, Parque Rodó).