“Borges y yo” es un relato breve, publicado originalmente en El hacedor (1960). Allí el célebre autor se desdobla en un juego ficcional: “Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas”. Borges y yo también es el nombre de un espectáculo de la actriz alemana Hanna Schygulla, que reúne una selección de textos del escritor argentino y de tangos populares y que llega, interpretado por Andrea Bonelli, este fin de semana al teatro Solís.
Bonelli, que en paralelo a su carrera teatral fue parte de programas televisivos como Gerente de familia, Los Roldán, Los exitosos Pells y Mujeres asesinas, conversó con la diaria sobre el espectáculo y sobre su propio vínculo con el escritor: “Empezó con el regalo que una persona muy querida me hizo del libro Los conjurados. Cuando leí por primera vez el poema ‘La suma’ fue como sentir ‘esta es la existencia’. Esas cosas que te pasan con Borges. El libro de arena también me marcó, pero sobre todo Los conjurados, que he leído muchas veces. Y cuando Hanna Schygulla me propuso este espectáculo empecé a relacionarme con otro Borges y a tener otra relación, te diría hasta afectiva, que no pasa sólo por su virtuosismo y por su mundo particular, sino un vínculo como el de una persona a la que conozco. Me parece que pasa por ponerles el cuerpo a esos textos y de alguna manera ser la transmisora, ya no sólo su lectora”.
Bonelli conoció a la legendaria actriz alemana Hanna Schygulla (se la puede ver en la actual candidata al Oscar Pobres criaturas, de Yorgos Lanthimos) en el marco de una de las primeras ediciones del Festival Internacional de Buenos Aires. “Ella participaba con un espectáculo de canciones y texto, me invitaron a verla y me llevaron al camarín. Casualmente yo estaba viajando a Francia a hacer otro espectáculo, la invité, ella fue a verlo y ahí se estableció un vínculo que lleva ya muchos años. En 2022 viajé, nos encontramos, charlamos, y me ofreció este espectáculo que ella había hecho en alemán y francés. Es un espectáculo con textos de Borges, con tangos y con música original de Peter Ludwig. Y la verdad que para mí fue una profunda emoción, porque me pareció un regalo hermoso. A los cinco meses vuelvo a viajar, ya con gestiones iniciadas para hacerlo en el teatro San Martín, y estamos un mes y medio ensayando en París. Y el trabajo con ella fue muy intenso, de mucho intercambio y de un gran crecimiento para mí. Ella es una artista enorme, con un poder creativo muy grande”.
Schygulla, dice Bonelli, habla español muy bien, por lo que su conocimiento de Borges es de primera mano: “Ella hizo una dramaturgia sobre los cuentos, porque en algunos casos están acortados, pero es la palabra de Borges. Me parece que el desafío es no cambiar su palabra y su manera de decir. A su vez trabajó con tangos populares que están directamente relacionados con cada cuento; no es arbitraria la elección. Y está la música original, hermosísima, de Peter Ludwig, un músico alemán que trabajó con ella, que es fanático del tango. La música tiene una presencia enorme. Por eso era tan importante la excelencia de las intérpretes, Shino Ohnaga en piano y Titi Chiappero en cello, que son realmente maravillosas”.
Grabaste discos y participaste en espectáculos musicales, pero no siempre con el tango como centro.
Igual me tocó. Vine a la sala Zitarrosa con Nacho Gadano para hacer un espectáculo de tangos, valses y milongas [Parece mentira: un amor cantado, en 2009] con Tabaré Leyton. Pero fue algo casual, como ahora, porque yo canto, y siempre he cantado, pero no me he dedicado al tango. Y me dio mucho miedo cuando me propuso qué tangos eran, porque son muy populares, como “Uno”, “Volver”, “El día que me quieras”, que están en el inconsciente colectivo de todas y todos. Entonces traté de vincularme a lo que dicen más desde la actriz, ver en qué parte de esos tangos me siento identificada, en qué lugar me interpelan o me emocionan. Hay frases que son las que más me llegan, cosas que de repente ni siquiera me había detenido a escuchar. Eso es lo que trato de expresar en este espectáculo.
Leí que tuviste una pequeña crisis respecto a la actuación.
Después de una nota que hice en un diario publicaron eso, pero en realidad no fue una crisis. Tengo momentos en que me alejo un poco, pero no del trabajo, me alejo de la exposición. Como ahora, que estuve un año y medio trabajando para Borges y yo y nadie lo sabía. Lo que pasó fue que desde muy chica sentí que quería ser actriz, y nunca me había planteado hacer otra cosa. En un momento hice un programa que tuvo mucho éxito y cuando terminó pensé: ¿por qué no puedo hacer otra cosa? Viste que la vida no te alcanza para hacer todo lo que una quiere. Y como me interesan mucho los derechos humanos, la historia y las ciencias sociales había pensado en ir por ese lado. Pero después me di cuenta de que no, que tenía que volver a actuar. Pero no es que me retiré, no lo sentí así. Sí sentí la necesidad de darme la posibilidad de hacer otra cosa aparte de ser actriz.
Argentina atraviesa un momento en que se están cuestionando los apoyos estatales a la cultura. ¿Cómo vivís esa situación?
Estamos viviendo este momento con mucho miedo, con mucha preocupación. Toda la gente de la cultura está muy involucrada en lo que está pasando y tratando de resistir. Porque se está planteando cerrar instituciones que son muy importantes para la cultura, para la promoción del teatro, para la promoción de las artes. Estuvo en peligro el instituto de cine. Y la verdad es que el teatro independiente en nuestros países es muy importante. Sé que Uruguay también tiene un movimiento de teatro muy fuerte y que viaja mucho por el mundo y los representa, y a nosotros también nos pasa eso. Mucho del reconocimiento que hemos tenido en el mundo a nivel teatral tiene que ver con las compañías y los proyectos que salen del teatro independiente. Los espectáculos que van a festivales, que se ven en diferentes partes del mundo y que representan nuestra cultura, salen fomentados por esas instituciones que se quieren cerrar. Todos los países desarrollados le dan muchísimo apoyo a la cultura. Saben que la cultura es una carta de presentación en el mundo. Entonces tratar de quitar algo tan importante, que no genera la miseria de ningún pueblo, todo lo contrario, genera trabajo para un montón de gente, es algo que no se comprende. Creo que es un momento de resistencia, nos está tocando esto, no sé por qué, realmente. Estamos un poco en shock también, es todo demasiado rápido y no terminamos de entender lo que estamos viviendo.
Borges y yo, recuerdo de un amigo futuro. Textos de Jorge Luis Borges en versión de Hanna Schygulla y Andrea Bonelli con interpretación de Andrea Bonelli. Viernes y sábado a las 21.00 en el teatro Solís. Entradas desde $ 400 a $ 1.100, 2x1 para Comunidad la diaria.