Apenas un año después del éxito de Red Moon in Venus, destacado por medios especializados como uno de los álbumes del año, Kali Uchis redobló la apuesta con un álbum fresco y atrevido, inspirado en Colombia, la tierra que la vio crecer.
Uchis comenzó su carrera con composiciones en inglés, mientras residía en su Estados Unidos natal. Sin embargo, en los últimos años la artista comenzó a explorar sus raíces latinas, incorporando el español en sus letras y experimentando con sonidos regionales como el dembow, los boleros y el reguetón. Ahora, a los 29 años, mientras espera su primer hijo y afianza su nombre como estrella pop internacional, Uchis se atreve a combinar sus influencias al sur y al norte de América en búsqueda de un sonido identitario.
Orquídeas comienza provocativo, pero aún dentro de los estándares electropop. En “Cómo así”, la voz de Uchis se escucha lejana, mientras el ritmo bailable toma el primer plano, fundiéndose en el synth pop de “Me pongo loca”. El disco combina inglés y español en un collage de términos que resultan en frases sobre autonomía, empoderamiento y disfrute femenino, acompañadas de instrumentaciones seductoras, empapadas de susurros y risas suaves que se entremezclan en ritmos netamente digitales.
Incluso la participación de artistas masculinos, como es el caso de Peso Pluma en “Igual que un ángel”, funciona como respaldo del mismo mensaje: la mujer protagonista, fuerte, única. Esta colaboración, en clave de R&B, encuentra al artista mexicano en un rol completamente diferente a los corridos que lo popularizaron, luciendo su voz en perfecta sintonía con la melodía.
Uchis, quien se popularizó en el mercado hispanohablante en 2020 con su sencillo “Telepatía”, ha encontrado un nicho en el público centennial, particularmente en la plataforma TikTok, donde sus temas han alcanzado millones de reproducciones. Es por ello que la comunicación de Orquídeas apunta claramente a las nuevas generaciones, incluso desde sus letras, donde Uchis incorpora términos populares para esta audiencia, como es el caso de “Pensamientos intrusivos”.
“Te Mata”, dice Uchis en un bolero clásico y desgarrador, donde el recuerdo de una relación tóxica deja lugar a la fortaleza y superación. “Perdiste” también rememora un romance, aunque desde una perspectiva mucho más liviana, la despedida flotando sobre un colchón de sintetizadores.
Llegando al final de Orquídeas, la energía tropical regresa en “Muñekita”, un dembow guarro con cambios de tempo en colaboración con el artista dominicano El Alfa y la rapera de Miami JT, que ya es furor en redes sociales. “Labios Mordidos”, junto a Karol G, redobla la apuesta, cantando a la independencia sexual femenina sobre una base de reguetón tradicional. La mención a “brasileñas, colombianas, dominicanas, boricuas y mexicanas” evidencia un viraje hacia la audiencia latina que busca posicionar a Uchis como una de las nuevas grandes voces de la música en español.
En “No Hay Ley Parte 2”, Kali Uchis recibe a Rauw Alejandro con versos insinuantes y despide el reguetón para sumergirse de lleno en el merengue, cerrando el álbum a puros vientos y acordeones con “Dame Beso // Muévete” .
Si bien en Orquídeas abundan las decisiones creativas acertadas, es difícil percibir las 14 canciones que lo conforman como una unidad. En pleno quiebre de la carrera de Uchis, lazos demasiado fuertes la atan a las baladas en inglés que fueron puntapié inicial de su carrera, melodías a las que intenta volver en “Heladito” y “Young Rich & In Love”, que, aunque bien ejecutadas, no terminan de encajar en un álbum de predominancia latina. El resultado es un álbum prolijo, divertido y actual, pero inconsistente; partido en dos caras de la misma persona, que falla en transmitir continuidad.
Si bien Uchis es una intérprete natural en cada uno de los géneros recorridos en el álbum, entre sintetizadores y coros reverberizados, su voz pierde fuerza, mientras que su color florece en “Te Mata” y en la bachata “Tu Corazón es Mío”, luciéndose en lo vocal al experimentar con diferentes intensidades y entonaciones.
Quizás Orquídeas sea el paso previo a una revolución más radical en su música, apuntando a un futuro material de absoluta influencia latina que le permita a la artista experimentar con nuevas instrumentaciones y soltarse como lo hace en la segunda mitad del álbum.
Orquídeas, de Kali Uchis. En plataformas. Geffen Records, 2024.