En marzo, el gobierno de la República Argentina anunció que, por primera vez desde el regreso de la democracia, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (Filba) no contaría con un stand oficial. El anuncio fue dado por el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli: “Estamos en tiempos en los que la distribución cuidadosa de recursos es esencial”, expresó.
El comunicado agregaba: “Al desafiante panorama económico que enfrenta el país y en un esfuerzo por abordar las irregularidades detectadas en distintas áreas y programas, la Secretaría de Cultura de la Nación se vio en la necesidad de adoptar medidas decisivas”.
El vocero presidencial Manuel Adorni, por su parte, explicó frente a la prensa que el stand “tenía un costo de 300 millones de pesos [argentinos], a lo que había que adicionarle alrededor de 150 millones por el armado o desarmado. La Secretaría de Cultura eligió, en vez de eso, usar los recursos para colaborar con las bibliotecas populares para que puedan renovar y adquirir nuevos títulos”. Y agregó que “fue una cuestión de eficiencia en la toma de decisiones para reducir algo que era un monto descabellado para el momento en el que vivimos”.
Esa falta de apoyo estatal envolvió a la inauguración de la Filba, que desde el 25 de abril hasta el 13 de mayo ocupa el Predio Ferial La Rural. El discurso de apertura estuvo a cargo de Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación el Libro (FEL), organizadora de la Feria. Fue directo: “La excusa de que la participación del Estado nacional en la Feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira”.
El presidente de la FEL también dijo que luego de una orden que “vino de arriba”, el Banco Nación retiró su esponsoreo de la Filba: “Estamos ante un ataque despiadado a todas las expresiones culturales, sin justificación económica, pero respaldado por un sesgo ideológico alarmante”.
“Con este cuadro, la feria es un faro cultural en medio de la oscuridad, y concurrir este año representa un acto de rebeldía y de resistencia”, agregó.
Vaccaro apuntó directamente contra Javier Milei, cuyo gobierno fue responsable del recorte, pero que utilizará ese espacio para presentar su más reciente libro, Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica. “El presidente de la Nación, luego de despreciar nuestra feria, no se sonroja y pide participar en este espacio el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural”.
La silbatina cerrada fue cambiada por aplausos cuando Vaccaro ironizó, utilizando la muletilla de Milei: “Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata”. Se refería a que la fundación no podrá garantizar la seguridad del presidente: “Su participación en la feria implica una serie de erogaciones extraordinarias que la Fundación del Libro no puede afrontar”.
“Todo lo atinente a su seguridad y la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el Tesoro Nacional”, agregó. “No podemos garantizar la seguridad del presidente, que además entiendo que debe tener un costo altísimo su participación al aire libre, porque entiendo que su idea era participar en la pista de la Sociedad Rural. Para nosotros eso tiene un costo adicional importante”.
Como explicó Vaccaro, el hecho será poco común, ya que se realizará en la pista central, espacio para más de 6.000 personas, de las cuales unas 4.000 estarán de pie. La organización de ese evento tendrá características similares a las de un show musical, con luces especiales, sonido, y elementos de infraestructura como baños químicos o una ambulancia. En conversación con Infobae, diferentes productores estimaron que esa organización tendrá un costo mínimo de 60 millones de pesos argentinos.
De todas maneras, después del discurso hubo un acercamiento por zoom entre la FEL y el gobierno argentino. Según La Nación, la reunión fue “muy buena” y se discutieron algunos detalles técnicos acerca de la presentación del libro. No se requerirán pases especiales para ingresar, como ocurrió en 2019 cuando Cristina Kirchner presentó su libro Sinceramente. Será la primera vez que un presidente argentino en funciones presente un trabajo privado, en una actividad no inherente a su función y los gastos del acto correrán por cuenta de Presidencia o del propio Milei, informó el medio.