Investigan “la creación de piezas en las que lo interdisciplinario y el cruce de lenguajes estéticos construyan narrativas”. El colectivo Besa toma su nombre de su obra Breve enciclopedia sobre la amistad, a la que presentan como una historia en la que dos adolescentes, Celso y Celia, “deciden no irse de vacaciones y pasar el verano juntxs, sin padres, adentrándose en un ritmo frenético de juego y fantasía. Mientras tanto, al director de la obra le preocupa que su papá no la entienda y explica, explica y explica. Lo único que pareciera mantenerlxs en el mismo espacio es la amistad entre ellxs. Sin eso, esta obra no existiría”. Casi una declaración de principios en la que conviven diálogos con performances, música y diversas acciones escénicas.

Estuvieron en Montevideo por primera vez en 2023 cuando presentaron Freeshop, sobre texto de la actriz y dramaturga uruguaya Victoria Vera, y el año pasado volvieron para presentar Breve enciclopedia… en la sala Cero de El Galpón. Las funciones de esta semana llegan en el marco de una residencia que el colectivo se encuentra realizando en el INAE, con el objetivo de presentar un nuevo espectáculo en octubre. ¿Cómo será ese espectáculo?

“En principio estamos trabajando sobre lo desconocido, sobre cómo nos acercamos a eso. La historia que entra como excusa para desplegar esa investigación es la de un guardaparque que recibe a visitantes y se pierden en el bosque. Otros cinco guardaparques salen a buscarlos y en eso aparecen monstruos y transformaciones en monstruos. Pero esa es la historia que sostiene la investigación sobre lo desconocido y sobre cómo nos acercamos a lo desconocido”, adelanta Felipe Saade.

El colectivo Besa suele privilegiar el trabajo escénico sobre la jerarquía del texto. Max Suen lo explica: “Cuando Tomás Masariche nos llamó a todos para empezar a pensar Breve enciclopedia… ya había escrito el texto, pero nos propuso bordearlo. Esa ruptura termina fundando una forma de trabajar distinta a la que en general solíamos tener en otros proyectos, donde el foco era cómo encontrar la forma de que el texto cobrara vida. En este caso empezamos a trabajar más con generar vida, y después el texto empezaba a aparecer en esa vida ya generada”.

Otra característica de Besa es apelar al humor, incluso en el marco de situaciones de “catástrofe”, como podía verse en Freeshop. “El humor es como el primer punto del estatuto sobre las obras que queremos crear. Queremos crear obras que hagan reír. Eso, por un lado, tiene que ver con una intención más política si se quiere, de preguntarnos qué significa el humor hoy en día. Pero por otro lado también tiene que ver con cierto capricho, de poder contar cualquier historia desde ahí. Queremos que la gente se ría, sabemos que queremos tener esa relación con el público”, dice Masriche.

Hace cinco años que hacen un espectáculo conforme al colectivo. ¿Cómo lo viven?

Casandra Velázquez: Empezamos haciendo la obra en tomos, haciendo aperturas en donde contábamos distintas partes de la obra. Hacíamos una apertura por mes y eso nos dio un espacio para probar las cosas que funcionaban y nos generó ya de entrada un vínculo muy vital con la obra. Y después la estrenamos, pero siempre estamos reactualizando, sumando cosas, revisando, ensayando, cambiando textos, el material sigue estando muy vivo.

Al menos desde dos lugares hay una decisión que tiene implicancias políticas. Por un lado, el trabajo colectivo y la horizontalidad, pero también esa forma de estructurar historias rompiendo la linealidad.

Maga Clavijo: Nos empezamos a dar cuenta de que en las notas o en los conversatorios nos terminan preguntando sobre el grupo o la dinámica de lo grupal. Como si la acción creativa también estuviese en ese entramado. Haber presentado la obra en tomos, que eran pedazos de material inconcluso, que no tenían una historia lineal y que había que escenificar, termina siendo lo que a la larga nos termina facilitando esa frescura constante de la obra. La posibilidad de ir a cualquier sala, o a una oficina municipal, un colegio o un comedor, un penal, en vez de limitar alimentaba esa frescura. Y eso creemos que tiene mucho más que ver con el trabajo vertebral de la creación del grupo. Muchas veces siento que la dinámica grupal termina siendo protagonista.

Max Suen: Creo que hay un tercer punto en la dimensión política, que es tener en cuenta al público como parte de la obra. No nos da para nada igual qué pasa con esas personas que están en una función para disfrutar con lo que hacemos en escena. Pensamos que ese momento de encuentro es un momento para que todos los que estamos ahí, viendo y haciendo la obra, seamos parte de ese ritual. Y la nueva investigación que vamos a trabajar ahora en el INAE parte en principio de pensar también cómo las personas pueden sentirse parte y que la están creando junto con nosotros.

El momento argentino parece contrario a esa dinámica microsocial.

Max Suen: “En un contexto nacional en que la crueldad está más en boga que nunca y desplegada y fomentada por el gobierno nacional, la relación que establecemos entre nuestro trabajo y las políticas estatales es de oposición directa. En cuanto a fomentar el humor, en cuanto a fomentar la ternura, en cuanto a fomentar la grupalidad. La salida colectiva en contraposición a la individual. El pensar que lo que hacemos tiene un valor más allá del económico, y que destinar nuestras vidas y nuestras energías a esto aunque no produzca valores económicos concretos, que es lo que propone el gobierno, tiene un montón de ganancias a nivel vital y experiencial por fuera de lo material o financiero.

Breve enciclopedia sobre la amistad, por el grupo Besa. 6 y 7 de marzo a las 20.30 en la sala Atahualpa de El Galpón. Entradas a $ 1.000. 2x1 para la diaria.