Norberto Zejerman es ingeniero, tiene 61 años y siempre fue aficionado al teatro; su sobrina Paula Lieberman es una reconocida actriz. Juntos intentarán cumplir el sueño de él. Ese es el origen de Del centro de las cosas, la obra de teatro que podrá verse este sábado en la sala Lazaroff y también esa es la trama de la obra, porque la pieza juega (y le gusta jugar) con la ficción y la realidad.

“Norberto hizo varios cursos y se acercó a ese mundo siempre como un aficionado. Cuando su sobrina se recibió de actriz y empezó a trabajar profesionalmente, fue como ‘un día tengo que hacer algo con ella’. Y se puso al hombro esta idea, más allá de que ella le siguió enseguida las ganas”, cuenta a la diaria Leticia Magallanes, directora de la obra. “Primero se comunicaron con Virginia Rodríguez Olveyra para que escribiera el texto. Lo hizo, pero les dijo que no tenía tiempo para dirigir la obra. Ahí me senté a conversar con Paula y le dije que me sumaba al desafío, no tanto de dirigirla a ella, pero sí a su tío veterano amateur”.

Del centro de las cosas es, entonces, la forma de cumplir el sueño de Norberto. “Hay algo medio intrínseco de que se puede cumplir un sueño a cualquier edad. No está Cris Morena en la obra, pero el público que la ve sale diciendo eso. Es muy loco lo que él logra en escena, porque es algo que siempre deseó y que nunca llegó. Le llega a los 60 con esa decisión de decir ‘bueno, me tiro al agua de vivir la experiencia de todo’, saber lo que es una producción, hacer una escenografía, todo lo que es el mundo teatral, conseguir sala, estuvo atrás de todo”, explica Magallanes.

“Es una obra que tiene varias complejidades, y no diría que la más compleja es trabajar con una persona que no tiene tanta experiencia en lo actoral. No quiero decir que no es actor, porque para mí termina siendo un verdadero actor, sino que es compleja técnicamente: va con dos cámaras en vivo, además habla sobre su familia, dialoga mucho sobre qué es ficción y qué es realidad. Nosotros sabemos que Paula y Norberto son tío y sobrina, pero en la obra se cuestiona si verdaderamente son tío y sobrina; hay una cosa de dialogar entre la realidad y la ficción que diría que es lo más difícil de desentrañar a la hora de llevar la puesta en escena. Es mucho más desafiante eso que trabajar con Norberto, que en realidad es un placer”, agrega la directora.

Rodríguez Olveyra terminó sumándose al proyecto en otro rol, explica Magallanes. “Es mi primera dirección en la que el texto no es mío, entonces es un desafío personal. En marzo Vicky terminó un proyecto grande de carnaval”, dice en referencia a su participación en la murga Queso Magro, “y nosotros necesitábamos ensayar más de lo que estábamos ensayando. A mí me venía bien esa cosa de sostenerme en ella, y ella estaba re dispuesta y tenía el tiempo para estar más activa en la grupalidad, y me parece que aportó muchísimo en el último tramo, hasta como coach actoral, porque los tiempos no daban y yo necesitaba prestarle atención a la complejidad técnica de la obra. Entonces venía bien tener una dupla de trabajo, y mucho mejor que sea la dramaturga”.

“En el estreno nos fuimos todos fascinados. Nos dimos cuenta de que la obra tiene momentos de humor que funcionan muy bien; él es tan gracioso y tan espontáneo naturalmente y no tiene ese vicio del actor, entonces es genial verlo porque le creés absolutamente todo lo que ves. Es genuino eso y no hay nadie que no lo haya dicho”, señala.

La obra “es una montaña rusa, por el humor, la emoción y lo que toca en la familia también; me parece que es por donde viene tocando ese punto en el público. Por más que no tengamos una familia como la de ellos, hay algo de poner cualquier drama familiar en escena que resuena ahí en cada espectador”, dice Magallanes.

La de este sábado 28 de junio será la última función de esta primera tanda, pero, como contraparte a los fondos que recibió la obra, desde su producción aseguran cuatro funciones más, que serán anunciadas, por ejemplo, en la cuenta de Instagram @delcentrodelascosas.

Del centro de las cosas. Sábado 28 de junio a las 21.00 en la sala Lazaroff (Intercambiador Belloni). Entradas $ 500 en Tickantel y boletería de la sala una hora antes de la función. 2x1 para la diaria.