La historia de la música popular está repleta de propuestas surgidas en el seno familiar, orquestas que suman instrumentos a partir de la consanguinidad y que comienzan a ensamblarse en el cumpleaños de alguna abuela, los 15 de la prima o el casamiento del hermano mayor.

Por nombrar algunos ejemplos, Los Aparceros de Tacuarembó, La Tribu de los Soares de Lima y Los Peyrou –bandas parientes de parientes–, El Cuarteo de Nos, The Supersónicos, el Trío Ibarburu y la familia Magnone, los Tacuruses, los Hermanos Ábalos de Argentina o, nada más y nada menos, sus coterráneos los Canaro, cuyo apellido que es sinónimo de tango.

Al universo del 2x4 también pertenecen los Hermanos Hernández, el dúo oriundo del barrio Jacinto Vera, que este viernes, en el recientemente reinaugurado teatro Escayola de Tacuarembó, comienza su gira Milonga del norte. Ramiro –voz y bandoneón– y Mauro –guitarra y voz– empezaron de niños, como jugando. “De gurises chicos guitarreamos. Ahí también tocábamos cosas de afuera, pero sobre todo mucha música uruguaya, de todo tipo, rock, Jaime, Rada, Los Olimareños, y algún tanguito se colaba”, cuenta Mauro. Hasta que Ramiro aprovechó una liquidación del laburo, se compró un bandoneón, el instrumento lo atrapó y comenzaron a profundizar en el tango clásico.

No tardaron mucho tiempo en adentrarse en el circuito milonguero ni en empezar a componer sus propias canciones, en las que exploran esa sonoridad tanguera “vista desde esta orilla, es decir, vinculada a la milonga, el candombe y los ritmos de raíz campesina”. Con una pata en la tradición y la otra en la actualidad, mezclan composiciones instrumentales –“pequeños relatos sonoros construidos desde la fantasía y el juego”– y canciones donde relatan historias cotidianas, llenas de anécdotas barriales y personajes orilleros. Asentados en el lunfardo de este tiempo, armonizan las voces que tienen sabor a mostrador y esquina, soplan a lo murguero viejo, suenan ásperas y dulces como la miel casera.

El berretín familiar ya lleva dos discos: Humo, el más que interesante debut de 2017, anunciado con quirúrgico vaticinio como “un testigo de lo que viene, la foto en blanco y negro del futuro”; y La quema, el registro capturado “en vivo” en Ciudad Música y editado en 2022. Flor de consolidación para un repertorio que no se agota ahí, pero es corazón de sus espectáculos, donde dan cuenta del recorrido musical y escénico, “siempre mediados por la particular forma de interactuar entre los hermanos”.

En su primer disco incluyen el tango “Y no es por me gavá”, del mítico músico riverense Chito de Mello, “que yo lo tenía por un viaje a Rivera que hice”. Así que, con la intención de fortalecer lazos, además de la cuna de Gardel, donde también florecen vínculos, el viaje visitará la ciudad fronteriza. El tour se completa con las localidades de Salto y Treinta y Tres, elegidas por lo que significan para el dúo los compositores Víctor Lima y Rubén Lena. “Nos inspiran mucho, porque la propuesta nuestra, si bien es tanguera, sentimos que está muy vinculada al canto popular, en un sentido más amplio. Entonces la idea es ver si podemos conectar con eso también”, concluye el Hernández a cargo de las seis cuerdas.

La gira Milonga del norte fue seleccionada por el Fondo para la Cultura del MEC, por tanto, las cuatro fechas son con entrada gratuita. Una buena oportunidad para conocer, profundizar y compartir vibraciones con esta bandideada nacida bajo la siempre inspiradora luna de Jacinto Vera, pero que, como la agüita de su canción litoraleña “Orilla”, nace entre chacras, antes de atravesar la ciudad.

Hermanos Hernández presenta Milonga del norte. 25 de julio: Teatro Escayola de Tacuarembó. 26 de julio: Centro Cultural Academias Previale de Salto. 15 de agosto: Teatro Municipal de Rivera. 16 de agosto: Centro Cultural Democrático de Treinta y Tres. Entrada libre.