El cine de chiste tras chiste (llamémoslo así mientras se nos ocurre un nombre mejor) no nació con Leslie Nielsen, pero es imposible hablar de este subgénero de la comedia sin mencionar al actor dramático que terminó convirtiéndose en referente eterno del uso y abuso a la hora de contar historias que incluyen una ametralladora de gags verbales y visuales.

David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker, los ZAZ, sacudieron al público cinematográfico con ¿Y dónde está el piloto? (Airplane!, 1980), una comedia que parodiaba el cine catástrofe con un elenco que mezclaba figuras serias (Peter Graves, Robert Stack, Lloyd Bridges, el propio Nielsen) con un guion en el que si pestañeabas era posible que te perdieras un par de chistes.

Ya nada sería lo mismo. En 1984 los ZAZ se despacharon con Top Secret! (por contrato estoy obligado a mencionar que es la mejor comedia de todos los tiempos). Antes de eso habían fracasado en televisión con la serie Police Squad!, en la que Leslie Nielsen interpretaba al torpísimo teniente Frank Drebin, con ese ritmo de gags para el que las audiencias televisivas todavía no estaban preparadas.

Sin embargo, entre 1988 y 1994 los directores y guionistas recuperaron al personaje de Drebin y lo hicieron protagonizar tres maravillosas comedias de chiste tras chiste llamadas The Naked Gun, conocidas en el Río de la Plata como La pistola desnuda y en el resto de América Latina como ¿Y dónde está el policía? Nielsen protagonizaría parodias de toda clase de géneros, desde el Drácula de Mel Brooks hasta su versión de El fugitivo.

El cine de chiste tras chiste se fue transformando con el cambio de siglo, y tras el éxito de Scary Movie comenzaron a llegar títulos que ponían un énfasis mayor en reinterpretar escenas de películas famosas. La ametralladora ya no estaba cargada solamente de humor sino de referencias, y eso propició una serie de títulos (No es otra película de amor, Una loca película épica, Superhéroes, la película) de calidad cada vez más baja (por contrato estoy obligado a mencionar que No es otra tonta película americana se salva y hace buen uso de sus referencias).

Después de años de ignominia, el género acaba de tener su regreso con gloria (“por favor no me llames Gloria”) con el estreno de ¿Y dónde está el policía? (The Naked Gun, ahora con la traducción latina). La apuesta era fuerte y Seth MacFarlane, aquí en su rol de productor ejecutivo, supo rodearse bien: la película está coescrita y dirigida por Akiva Schaffer, uno de los integrantes del trío de comedia The Lonely Island, que completan Jorma Taccone y Andy Samberg. Conocidos por sus cortos digitales en Saturday Night Live, estuvieron detrás de Popstar: Never Stop Never Stopping, una de las comedias más graciosas del siglo (no estaba en el contrato, pero lo digo igual).

Insustituible

Leslie Nielsen es, francamente, imposible de sustituir, así que el protagónico de Liam Neeson como su hijo Frank Drebin Jr (las fechas no cierran; no nos importa) está encarado desde otro registro. En lugar de parodiar a Nielsen, Neeson se parodia a sí mismo. Le habían alcanzado un par de minutos en Ted 2 (de MacFarlane) para demostrar que estaría a la altura de las circunstancias y aquí es un rudo de ojitos entrecerrados, que sufre la vida y toma café como quien respira. Pero, y el guion, ¿está o no está?

Más allá de que uno tiene que volver a acostumbrarse a la risa loca en el cine (ni te digo en una función de prensa), la película es un éxito. Seguramente la densidad de chistes y la cantidad de humor absurdo sean menores a la que estamos acostumbrados los que crecimos con los ZAZ, pero es una excelente puerta de entrada a las nuevas generaciones. Hay chistes de interpretación literal de los diálogos, algún juego de palabras imposible de traducir al español (hacen lo que pueden) e incluso algunos “combos” de chistes que van acumulando la carcajada en gran forma. Otro punto alto es que la parodia directa no está presente; no esperen un chiste sobre Barbie o Top Gun: Maverick.

Sí tenemos a un nuevo detective que maneja muy mal sus automóviles, en una nueva trama de multimillonarios inescrupulosos (valga la redundancia) que permite que las humoradas se muevan de una locación a la otra. Como ocurrió en la trilogía original, hay una nueva femme fatale, aunque Pamela Anderson no logra destacarse como lo hiciera Priscilla Presley en las tres películas anteriores. Toda la paleta de comedia está un par de puntos más apagada, a tono con el cinismo reinante, pero nunca pasan demasiados minutos sin buenos gags.

¿Y dónde está el policía? funciona, siempre y cuando estén dispuestos a ver una película que los haga reír incluso (y especialmente) con chistes tontos. La lección que nos deja es tan sencilla como la mente de Drebin, y es la siguiente: al final no era tan difícil hacerlo bien.

¿Y dónde está el titulador?

Las traducciones de los títulos son un arte indescifrable del que he escrito bastante. Solamente quería mencionar que antes era muy común traducir títulos de películas nuevas de forma que recordaran anteriores del mismo género o incluso del mismo protagonista. Aquella ¿Y dónde está el piloto? fue responsable de ¿Y dónde está el policía? y hasta de ¿Y dónde está el exorcista? (1990), que tenía a Nielsen junto a Linda Blair parodiándose a sí misma, y también se conoció como Reposeída.

No crean que en España la cosa es muy distinta: a Airplane! se la conoció como Aterriza como puedas, así que a The Naked Gun la tradujeron Agárralo como puedas.

¿Y dónde está el policía? 85 minutos. En cines.