La semana pasada se abrió una nueva convocatoria de los Fondos Concursables para la Cultura que lleva adelante el Ministerio de Educación y Cultura. Aunque mantienen un monto total de 156 millones de pesos –fijado por la anterior Ley de Presupuesto, de 2020–, se introdujeron cambios en algunas categorías y en la forma de distribuir los estímulos a proyectos profesionales y emergentes.
En cuanto a las categorías, el cambio más evidente incumbe a las letras porque, además de mantener la atención a lo que se considera iniciativas con riesgo –emprendimientos que difícilmente se podrían llevar adelante sin apoyo externo–, se agrega la posibilidad de presentar eventos, encuentros, ciclos de lectura, plataformas digitales y otras actividades que contribuyan a la difusión del mundo de la lectura y a darle mayor visibilidad.
La ampliación de la perspectiva se ve reflejada en el cambio de nombre, que hasta el año pasado era “Propuestas editoriales” y ahora se denomina “Propuestas editoriales y literarias”.
Las demás categorías mantienen sus definiciones, aunque los montos que reciben tienen algunas modificaciones. Artes visuales pasa de 2.700.000 pesos a 3.000.000; Fotografía, de 600.000 a 800.000; Danza, de 1.500.000 a 1.600.000; Música, de 3.900.000 a 3.600.000. Por otra parte, Teatro, arte circense y títeres continúa con 3.000.000 y Propuestas editoriales y literarias ahora tiene asignados 3.600.000, mientras que el año pasado Propuestas editoriales tenía 3.900.000.
Otro cambio significativo tiene que ver con los topes que pueden solicitar los proyectos profesionales, que son evaluados por los mismos jurados que los emergentes y comparten un mismo fondo. El año pasado, los postulantes profesionales podían solicitar un máximo de 300.000 pesos, mientras que ahora la cifra asciende a 400.000. Los emergentes, en tanto, mantienen su tope anterior: 200.000 pesos. La lógica de separar los topes, explican desde Fondos Concursables, es similar a la que se implementó en los Fondos Regionales para la Cultura cuando se buscó crear estímulos diferenciados que permitan definir mejor las propuestas.
Creados por ley en 2005, los Fondos Concursables para la Cultura tuvieron su primera edición en 2006. En estas dos décadas han apoyado a más de 1.500 iniciativas de arte y cultura, con un énfasis creciente en la cobertura de todo el territorio.
Para la edición del año que viene, que marcará los 20 años de esta política pública, se prepara una reformulación, según adelantó a la diaria la directora nacional de Cultura, Maru Vidal: “En breve vamos a iniciar un proceso de diálogo con artistas, colectivos, personas que hayan actuado en calidad de jurados, para conversar de cara a cómo debería ser ese llamado a los Fondos Concursables para la Cultura para el año que viene. Entendemos lo dinámica que es la cultura y necesitamos revisar todo el tiempo los estímulos que promovemos. Algo, por ejemplo, que detecto que está faltando es lo que tiene que ver con los impulsos a la creación interdisciplinaria, para poner un ejemplo”.
Fondos Concursables para la Cultura. Bases y formularios en https://ladiaria.com.uy/Ut5.