Qué no harían padres y profesores porque los adolescentes de hoy supieran quién fue Hamlet. Qué no harían los teatros y los elencos para que el público volviera a ver un Shakespeare de forma masiva como hace siglos, cuando estaba vivo. Qué no harían actores y actrices para poder vivir la experiencia incomparable de representarlo… Si no se puede ir contra la inmediatez, hay que unírsele; si el tiempo es un obstáculo en estos tiempos, habrá que reducirlo para ofrecer una versión comprimida de los clásicos que no sólo mantenga viva la llama, sino que nos emparente con personajes enormes que tienen también mucho de nosotros mismos y, lo que es mejor aún, nos acerquen a la posibilidad de crecer en nuestra propia dimensión.

El equipo liderado por Rogelio Gracia y Agustín Urrutia Márquez propone este tipo de acercamiento a Hamlet, a quien describen como “el personaje más icónico del teatro del que casi todo el mundo no sabe casi nada”. Con exquisito humor y autocrítica, proponen Hamlet Express como una obra “ideal para el que se durmió en la versión original”. Su desafío, dicen, es ser didácticos y breves pero siempre fieles a la obra base.

Hamlet Express es un juego teatral para contar la historia clásica en menos de una hora. Sólo dos actores: uno hace Hamlet y el otro, el narrador, lo irá guiando en la función e invitará al público a que lo ayude a contarla.

¿Cómo surgió la idea de esta riesgosa y divertida versión comprimida? Cuenta Rogelio Gracia que durante la pandemia y con las salas cerradas, él ensayaba Hamlet. En uno de los tantos ejercicios de imaginar un futuro sin teatros, pensó diferentes versiones de Hamlet que no precisaran de un teatro en sí, ni de grandes escenografías o elencos. Allí surgió la idea, aunque cuando reabrieron los teatros, hizo su Hamlet tradicional. La otra idea, sin embargo, quedó rumiando por allí.

Foto: Alejandro Persichetti, difusión.

Foto: Alejandro Persichetti, difusión.

La exploración que hace Shakespeare de los temas esenciales de la naturaleza humana, la reflexión sobre la existencia, sobre el amor que no puede suceder, su moral, la lucha entre la reflexión y la acción, todo está en esta puesta. Gracia, como muchos, considera que el arco dramático que recorre Hamlet a lo largo de la obra, los estados por los que transita, lo hacen uno de los personajes más ricos del teatro universal. A partir de una situación inicial, se desata una trama de increíble complejidad, que hace a los personajes recorrer los principales temas y conflictos humanos. Esta versión agrega la posibilidad de reírse un poco de esa tragedia.

Dice Gracia que el humor surgió naturalmente, como suele ocurrirle en el teatro y en la vida, pero más aún esta vez, porque en la pandemia el humor se volvió esencial para todos. “Están las líneas narrativas fundamentales y la historia principal se cuenta con mucho rigor a pesar del humor y del formato minimalista y cachivachero”, dice.

El también adaptador asegura que la gente que no conoce Hamlet puede entender de qué se trata la obra, quién es el personaje y cuáles son sus principales vivencias. Los espectadores, cree, se sorprenden bastante al principio, pero luego entran en el juego y lo disfrutan muchísimo.

Gracia es un gran admirador de Shakespeare y de la forma en que trata los conflictos esenciales del ser humano que, según él, cuatrocientos años después, siguen siendo los mismos: el amor, la ambición por el poder, la corrupción, la lucha entre la cobardía, la nobleza y la mezquindad. “Shakespeare es un autor inmenso e insuperable. Escribía cine siglos antes de que hubiera cine, hablaba de psicología antes de que la psicología existiera y, si bien no fue el primero en incluir el humor dentro de la tragedia, manejaba de forma magistral ese mecanismo de aliviar la tragedia con comicidad. No soy un especialista, soy más bien un fan que tuvo la suerte de poder interpretar su mejor papel”, dice satisfecho.

Ahora, elenco y público tendrán el atrevimiento y la felicidad de lanzarse a jugar y divertirse con su obra máxima. Y, aunque se trata de una obra condensada, hay que recordar que casi todas las versiones contemporáneas de Hamlet lo son: representar el texto completo llevaría casi cinco horas.

Hamlet Express. En La Cretina (Soriano 1236) los miércoles de agosto a las 20.30. Entradas $ 400 en RedTickets.