El Tribunal de Disciplina de la Conmebol decidió desestimar el reclamo de Boca. Con su escrito, el equipo xeneize buscaba que se descalificara a River y que, en los hechos, se lo proclamara campeón de la Copa Libertadores en los escritorios.

Sin embargo, los incidentes ocurridos el sábado en los alrededores del Monumental, que llevaron a que se suspendiera el partido de vuelta de la final, sí tuvieron otras consecuencias para River. El Tribunal de Disciplina de la Conmebol le impuso una multa de 400.000 dólares y lo sancionó con dos partidos a puertas cerradas en el Monumental en los próximos partidos que juegue por la Libertadores.

Además, la Conmebol estableció que la final se jugará en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, España, y no en el Monumental, y se permitirá el ingreso de hinchas de ambos equipos.