Ganó Peñarol. Tan sólo eso y todo eso. Con el agua en los pies, en las rodillas y hasta en el cuello, el equipo de Leonardo Ramos visitó a Progreso en el estadio José Nasazzi –mas no en el Paladino, donde debería jugarse– y metió uno de esos triunfos que resultan importantísimos cuando cae la noche. Fue 1-0, con gol del ecuatoriano Fidel Alegría Martínez. Pero fue más que un gol, porque esa gran definición de Martínez le dio la chance a Peñarol de estirar una semana más el resultado final del Torneo Apertura. El sábado ganó Nacional, por lo que si los carboneros no conseguían los tres puntos se les acababa el campeonato. El día no ayudaba, la rotación del equipo de Ramos podía hacerse sentir y Progreso los esperaba con los dientes afilados. Fue un vibrante partido el que se jugó en el Prado: pasó de todo. Tarjetas amarillas –una roja–, lesiones tempraneras, minutos para muchos chiquilines y un debut absoluto, el lindo gol de Martínez y las ganas de Progreso, que se fue arriba hasta el final y pudo empatarlo en la última.

Feliz cumpleaños

Enzo Topo Martínez amaneció el domingo lluvioso con los mensajes (de Whatsapp, de Twitter, de Facebook) de sus amigos y familiares. Era un día especial, estaba festejando sus 20 años e iría al banco contra Progreso. Pero el fútbol, dinámica de lo impensado, le dio la posibilidad de hacer su debut en Primera División. Sueño cumplido. El artiguense tuvo que entrar en lugar de Fabricio Formiliano, uno de los jugadores más importantes de Peñarol, y cumplió con creces. El chiquilín ingresó en un momento picante del partido, a los 33 minutos, con mucho juego por delante, y no sólo jugó con la pelota en corto, sino que la reventó cuando tuvo que hacerlo. Estaba enjabonada la cancha, no daba para complicarse. Un rato antes, Carlos Techera, golero de Progreso, sacó desde su arco una pelota en corto que le quedó a Novick, quien habilitó a Fidel Martínez, que definió bárbaro, contra el palo, para poner el 1-0 que luego sería el resultado final. Durante un rato se desvirtuó la cosa, porque Jonathan Fuentes sacó muchas amarillas de manera apresurada y con reglas no tan similares para un lado y para el otro. El gaucho se llenó de tarjetas y terminó el primer tiempo con diez, por la expulsión de Steve Makuka, que sobre el final vio la segunda amarilla.

Peñarol durante el transcurso del encuentro pudo haberlo liquidado, pero también casi se le escapa. Nacho Lemmo, la manija de Progreso, fue importante en el ataque de los locatarios, aunque no vimos su mejor versión. Federico Millacet, con su velocidad y sus piernas largas, azotó a la defensa aurinegra sobre el final. Rodrigo Rojo hizo un buen partido en el sector defensivo, muy bien acompañado por Franco Martínez y Marcel Novick, los dos 5 que puso Ramos para frenar el envión de los tejanos. Entre Cristian Palacios, Fidel Martínez y Franco Martínez tuvieron las chances de estirar el score, pero no la embocaron bien o encontraron a Techera, que resolvió el error del inicio del partido con buenas atajadas. Rodrigo Piñeiro también tuvo la suya, con un remate en largo que rompió el travesaño. De esa jugada salió un contragolpe furioso de Progreso en los pies de Danilo Cóccaro, que la pasó hacia el medio, y Millacet casi llega para definir. Del 2-0 casi pasamos al 1-1. Así fue el partido, y así se fue la tarde. Peñarol ganó y tendrá el escollo semanal de la Libertadores con Atlético Tucumán como visitante, para desde ahí pensar en el sábado. Ese día se puede definir el primer torneo del año: recibe a Defensor Sporting, pero tendrá que orejear lo que pase en Jardines del Hipódromo. Y así vivir.