Los tricolores fueron absolutos dominadores del encuentro. En 20 minutos lo liquidaron. Por si fuera poco, la efectividad estuvo terrible y en el primer tiempo se fueron ganando 4-0, algo que les vino bárbaro para afrontar de forma más relajada un partido que era importante para no perder pie en la Anual y mantenerse a tiro en el Intermedio. Un inspirado Tabaré Viudez convirtió dos de los cuatro goles con los que su equipo ganó, a cual de ellos más lindo. También marcaron Alexis Rolín, que se metió en la zaga y fue capitán, y el argentino Gonzalo Bergessio, que suma 12 gritos.

El Cacique Alexander Medina movió algunas piezas, tras lo que fue la derrota y eliminación ante Estudiantes en La Plata, y se paró con un 4-3-3 que, por momentos, pasaba a 4-3-1-2. Todo salió bien: se movió la guinda, se jugó en profundidad, se abrió la cancha y se generó peligro. De arranque, la robó Aguiar por la derecha y tocó con Viudez. El volante hizo un giro y la acomodó para la zurda, y aprovechó la inercia para sacar un precioso zapatazo con rosca que fue imposible para Martín Rodríguez. A pocos minutos, el propio Viudez mandó un tiro de esquina que encontró en el camino la rodilla de Rolín para poner el 2-0.

Con la tranquilidad a cuestas y un Wanderers totalmente desconocido, los tricolores siguieron en su tónica y ampliaron ventajas. Si había gol no podía faltar el de Lavandina Bergessio, que se inició con una magistral acción de Sebastián Fernández, quien jopeó la guinda cuando un rival lo barrió. Después vino el pase al área chica, que fue conectado por el delantero cordobés. Por si faltaba poco, sobre el final cayó otro de Viudez con un magistral tiro libre a ras del piso.

Para Wanderers estuvo feo. No le salió nada, pero cabe destacar la actuación de Ignacio González. El 10 las quiso, las peleó y llegó con peligro. Marcó un gol de mediavuelta y tuvo dos cabezazos que pudieron haber entrado. Fue duro pelear con un 4-0 abajo, y eso se sintió.