Como el año pasado, con un mal Torneo Apertura, los cerveceros aprovechan el calendario y sacan rédito del Torneo Intermedio para crecer en todas las canchas. Sorpresa o no, tras tres fechas están primeros en su grupo, pero además, en la tabla que más los azotaba, la del descenso, ahora tienen una buena dosis de oxígeno para seguir. Ayer Racing hizo los méritos y le ganó bien el clásico a Fénix, con sufrimiento pero con convencimiento. Los de Capurro son la contracara: siguen hundidos y acumulan cuatro derrotas consecutivas que los complican en la fatídica.

El entorno se transformó. No fue un partido más para ninguno de los dos: se vivió un clima distinto en la tribuna, y en la cancha. Clásico de pierna fuerte, con imprecisiones y algunas jugadas increíbles. Racing fue absoluto dominador en los primeros 30 minutos, y pudo ponerse en ventaja, pero pecó de ineficaz y casi se va perdiendo. Luego los capurrenses equilibraron la balanza, llegaron y se perdieron una chance inmejorable tras un tiro de Leonardo Fernández que sacaron en la línea.

Ya con la asunción de Juan Ramón Carrasco, pero con Juan Carlos –su hijo– como entrenador interino, el albivioleta tuvo algunos cambios y se paró con un 4-2-3-1 que, por momentos, sumó tres hombres en ataque, y eso complicó. Racing se paró firme en el fondo, cerró líneas y comenzó a llegar por las bandas con mucho peligro. Cuando el partido lo pedía, cayó el gol. Centro perfecto de Jesús Trindade y cocazo infernal del Gitano Maicol Cabrera para poner en ventaja a los suyos. Unos minutos después, los cerveceros casi convierten el segundo: otro centro, frentazo de Nicolás Sosa en la primera que tocó al entrar desde el banco de suplentes, y Darío Denis la manoteó de forma increíble cuando se metía en el arco.

De a poco, los dirigidos por Rodrigo López se replegaron y el entrenador cargó la mitad del campo. Fénix sumó atacantes y llegó por las bandas, pero abusó del pelotazo, algo que fue bien contenido por la defensa académica y por las buenas intervenciones de su arquero, Diego Melián. Quizá Racing haya sufrido de más, pero pudo aguantar bien y –lo dicho al principio– sumó la cuarta victoria clásica consecutiva ante Fénix, se mantiene primero en el Intermedio y tiene más aire en el descenso.