Nacional viajó a La Plata para enfrentar a Estudiantes en el último partido de la serie. La consigna era clara: sumar para meterse en octavos o perder sólo por un gol para lograr el objetivo de estar entre los 16 mejores de la Copa Libertadores de América. A pesar del partido, de la diferencia, eso no ocurrió. Nacional se quedó sin la clasificación de manera increíble. O no, porque el fútbol es un juego y gana el que hace más goles, pero viendo cómo se había dado el camino copero de los tricolores y teniendo en cuenta que hasta perdiendo por la mínima se metía en la próxima fase, era difícil pensar en una eliminación que llegó sobre el final, como una ráfaga. Los platenses, acostumbrados –como Nacional– a estas noches de Libertadores, con poco poderío pero muchas ganas lograron dar vuelta un partido que se le había hecho cuesta arriba.

Como si fuera tan fácil, el equipo de Alexander Medina, que fue pasando fases y partidos con buenos resultados y juego aplicado, comenzó notable la noche, porque ya a los 3 minutos de juego llegó el gol de Matías Zunino. Un centro que vino desde el tiro de esquina, con gran pegada de Carlos de Pena, fue a parar al área chica para que apareciera Zunino, en palomita, para mandarla adentro y dejar sin chances a los defensas pincharratas y a Mariano Andújar, uno de los experientes futbolistas que presentó el local en su oncena titular. Toda la planificación previa de Estudiantes, esa presión de tener que convertir dos goles para clasificar, las ganas de seguir en la copa, la fortaleza de ser locales y la mística –¿por qué no?– quedaban de lado con la presencia de Nacional en la cancha, que marcó ese gol y siguió yendo al frente para tratar de liquidar la cuestión. Hasta los minutos finales del primer tiempo nada hacía pensar que el partido se le complicaría tanto a los tricolores. La tímida reacción de Estudiantes, sin embargo, no cambió en nada el marcador del partido y los uruguayos se fueron a descansar en el entretiempo con la victoria que además les daba la primera posición en la tabla, porque Santos y Garcilaso no se sacaban diferencias en Brasil.

No tan distintos

Qué diferencia el inicio y el final del partido. Nacional controló el primer tiempo y sacó la ventaja, pero desde los 60 minutos en adelante Estudiantes fue una tromba. Y Nacional jugó muy mal. Por si fuera poco, el paraguayo Mario Díaz de Vivar tuvo un error que le costó a los tricolores la clasificación.

Primero lo primero. El colombiano Juan Otero se convirtió en gran figura de la noche. Empató el partido, de penal, y puso el tercer gol, también de penal, para darle el pasaje a octavos a Estudiantes. Es cierto, el penal que derivó en el 3-1 no fue. Ni cerca estuvo de ser un penal, te diría. Para peor, en la jugada anterior Nacional tuvo el empate con un cabezazo que dio en el palo, poco después de que Lucas Melano pusiera el segundo gol de los platenses. Una de las diferencias fue ese fallo arbitral que comprometió a Nacional, pero otra bien grande fue el cambio de rendimiento en el equipo de Medina. De un primer tiempo muy bueno a un segundo muy malo, que tuvo a Esteban Conde como gran figura para mantener su arco. Así fue el partido de Nacional, que quedó afuera de la Libertadores y con el tercer puesto se queda con la Sudamericana. Poco premio –ahora, con la calentura– para un equipo que había tenido muy buenos momentos y que no merecía el deslucido final de anoche, con las expulsiones de Bergessio y Oliva incluidas.