Seguir argumentando que el Mundial está muy parejo y nada es fácil parece un lugar común. No puede sorprender, y si alguien anda desprevenido pensando que ganan las camisetas, las selecciones llenas de fenómenos, incluso si pesan las hinchadas desde afuera de la cancha, entonces recomendarle mirar fútbol.
Brasil le ganó 2 a 0 a Costa Rica encontrando ambos goles en la hora. El primero fue de Philippe Coutinho a los 91 -aprovechó una pelota en el corazón del área bajada por Gabriel Jesús y definió a la carrera- y el segundo de Neymar a los 97. Esto ocurrió por dos cosas: primero, el talento y la buena definición de los brasileños; segundo, la gran tarea defensiva de Costa Rica, en especial de enorme arquero que es Keylor Navas.
El partido también quedará en el recuerdo por ser el primero en donde, a instancias del VAR, el árbitro desestima un penal pitado. Justo VAR, hay que decirlo, porque Neymar se despatarró al mínimo toque -que lo hubo y fue una mano del defensor tico apenas apoyada en la panza de Neymar-. En la rápida, el árbitro compró; en la pensante, cambió su decisión a otra más acertada.
Primeros tres puntos para Brasil, que llega a cuatro en la tabla. Para Costa Rica fue el adiós a Rusia 2018 tras dos derrotas consecutivas.