Si lo sabremos: en la hora, por arriba, con los dientes apretados después de un partido que no fue fácil. Así ganó Irán, 1 a 0 a Marruecos. En la penúltima jugada, minuto 92, tiro libre para Irán, 4 o 5 jugadores fueron a la carga, el que cabeceó fue un marroquí, Aziz Bouhaddouz, y se metió el gol en contra.

Tres puntos de oro para Irán, después de haber sufrido todo el partido. Y se salvó porque su arquero, Alireza Beiranvand, fue enorme figura. Tres puntos que lo invitan a soñar, aunque en su camino tenga a los favoritos del grupo, España y Portugal. Y sueña, porque soñar no cuesta nada.