En la cancha del Club Atlético Libertad de Canelones se jugó la Copa Canaria de Fútbol para Amputados entre Juventud de Las Piedras y Lobos de Mercedes, de Argentina. La Intendencia de Canelones organizó esta nueva jornada de deporte inclusivo tal como lo había hecho hace 20 días, cuando se jugó la Copa Canaria de fútbol para ciegos entre Peñarol y Acergs, de Brasil.

El fútbol para amputados se juega en cancha de siete, pero para el sábado se utilizó una de fútbol cinco. Fue lo que se pudo conseguir teniendo en cuenta los días previos, en los que la lluvia fue muy intensa. “La actividad estuvo impresionante, un marco de público espectacular, no pensamos que fuera a haber tanta gente. Los argentinos quedaron re contentos, era el primer viaje que hacían”, le dijo Rodrigo Cabrera a la diaria. Cabrera es el entrenador de Juventud y también es el director técnico de Peñarol de fútbol para ciegos: “La gran diferencia es que los amputados ven, y eso es valiosísimo: no tienen esa limitación, entienden el juego perfectamente y lo que les pedís lo hacen. Es verdad, les falta una pierna, pero técnica y tácticamente juegan como cualquier otro jugador. En el aspecto futbolístico no hay limitaciones”.

El fútbol para amputados se rige por el sistema FIFA, “con algunas variantes: el área es más chica, el saque de costado es con el pie, no hay offside; podés estar amputado de las dos piernas y jugar con una prótesis”. Los partidos duran 50 minutos y están divididos en dos tiempos de 25, con un descanso de diez minutos; se juega con seis jugadores de cancha y un golero que no puede salir del área –si lo hace será expulsado y el equipo rival tendrá un penal a su favor–. El golero, a diferencia de los jugadores de campo, puede tener las dos piernas pero una sola mano. No hay un máximo de cambios y pueden hacerse en cualquier momento. Un dato importante: se juega con muletas, que, vale decirlo, no pueden ser utilizadas para empujar o controlar la pelota, lo que equivaldría a tocar la pelota intencionalmente con la mano.

El del sábado fue el primer partido internacional jugado en Uruguay, pero para el mes que viene se está armando otro. Según cuenta Cabrera, el rival podría ser Rosario Central de Argentina, “y el año que viene queremos hacer la primera Copa Libertadores de fútbol para amputados”, agrega.

A su bola

“Entrenamos los sábados en el complejo juvenil de Juventud; la idea es seguir con el mismo día y horario, juntarnos una vez a la semana. Los jugadores son de diferentes partes del país: Rocha, Maldonado, Florida, Colonia. Ellos viajan para los entrenamientos, que costeamos nosotros con alguna rifa o algún evento para sacar esa plata que cubra los pasajes de cada uno”, cuenta el DT del equipo de Las Piedras, que se entusiasma con la idea de que esta actividad siga creciendo en Uruguay: “La idea es armar una liga uruguaya; se está hablando con tres equipos más: Peñarol, Plaza Colonia y un cuadro de Maldonado. Queremos armar una liga de fútbol cinco de amputados. Además, se está intentando laburar de manera prolija para que haya una selección. En octubre hay Mundial en México pero Uruguay no creo que vaya; para los próximos Mundiales va a haber sistema de Eliminatorias, vamos a tener que clasificar”. Lo dicho y lo no dicho: el esfuerzo que hacen los jugadores es enorme y los kilómetros que recorren son muchísimos. Pero hay un plan, o un sueño a futuro: “Una vez que esto esté bien consolidado la idea es que se arme una liga regional con un equipo de cada departamento”.