Bomba y plena entre Danubio y Progreso. Regalaron un gran partido que pudo ser para cualquiera. Para los gauchos queda el sabor amargo porque jugaron gran parte del cotejo con un hombre de más tras la expulsión de Federico Cristóforo. Los franjeados aguantaron bien e incluso estuvieron cerca de llevarse el partido, pero la puntería falló.
De arranque fue fiesta danubiana. Centro desde el tiro de esquina de Cepellini y perfecta volea de Maravilla Grossmüller para mandar la pelota al fondo de la red. Pasaron pocos minutos y Danubio amplió la ventaja. De puntero por izquierda apareció Federico Rodríguez y llegó a mandar el centro; la guinda se cerró tanto que se metió en el arco con un efecto espectacular. El 2-0 en pocos minutos pareció sorpresa.
Progreso no se quedó atrás y logró descontar casi enseguida. La pelota dio en la mano de Leandro Sosa y discutido penal para los gauchos. Gonzalo Montes cambió el disparo por gol y puso a su equipo 1-2. La buena para los suyos vino enseguida. Cristóforo siguió protestando ante Pablo Giménez y eso le valió la roja.
En el complemento se vio un gran partido en el que se mataron a disparos y contragolpes. En el arranque del complemento los gauchos llegaron al empate. Centro por izquierda y cabezazo, casi a ras del piso, de Rodrigo Viega. Después pudo ser para cualquiera; ambos probaron, pero con poco beneficio. Empate justo.