En emotivo partido, porque había una carga emocional previa que atravesaba a cada uno de los equipos, cuestionados y presionados, Peñarol derrotó de manera ajustadísima a Wanderers por 1–0, con un hermoso gol de Lucas Viatri, y resolvió un momento complejo para los aurinegros.

Estuvo muy lindo el primer tiempo, aunque tuvo de todo menos el gol. En realidad hubo un gol que bien pudo haber subido al marcador: a los 2 minutos, cuando Matías Castro venció a Kevin Dawson, pero Leodan González, a instancias del asistente, anuló el gol por posición adelantada. ¿Habilitaba el rechazo defectuoso de Fabricio Formiliano al argentino Castro? No fue rebote en el zaguero porque quiso intervenir, por lo que debió haberse anotado el gol.

Peñarol, acuciado emocionalmente por la presión desagradable de quienes operan para resolver dos o tres derrotas echando al técnico o poniendo en duda la profesionalidad de los atletas que un par de meses atrás eran idolatrados, fue tomando posesión del campo, del juego y del partido.

Diego López resolvió el buen paso de su equipo en el primer tiempo colocando a Walter Gargano como eje central con Matías de los Santos y Jesús Trindade a su lado. Cinco cambios en total presentó Peñarol, pero también cambió medio equipo Wanderers, que acumuló suspendidos, lesionados y hasta una citación para la selección de Chile.

Una decena de minutos después de aquel no-gol, todos supieron que el golero del bohemio se llamaba Ignacio de Arruabarrena: hizo tres magníficas atajadas en cuestión de un minuto. Era un buen momento de Peñarol, reencontrándose con el caudal ofensivo a través de un juego asociado. También Wanderers pudo haber abierto el marcador. Con mucho menos posesión de pelota que Peñarol, pero lanzándose rápidamente cuando encontraba el hueco, los del Prado armaron una jugada que dejó a Diego Riolfo de cara al gol. El remate final del economista fue contenido de manera espectacular por Dawson.

Wanderers vino para el segundo tiempo con tres casi goles en 5 minutos, jugadas que dieron lugar a más atajadas de Dawson. Peñarol no encontraba ni el ritmo ni las combinaciones del primer tiempo, y por un rato largo quedó sin más opciones de gol que los cabezazos en pelotas quietas.

Y fue así como llegó el gol tranquilizante. Un córner desde la izquierda encontró el cabezazo certero de Viatri, seguramente el jugador más influyente en ofensiva en este año mirasol. Iban 63 minutos.

Tuvo Wanderers varias para el empate, hay que remarcar y remarcar que estuvo impecable Dawson controlando el triunfo, y manteniendo a su equipo en la línea de flote.