Ya está. Ya tenemos la experiencia del fútbol del interior por televisión. Es más, ya tenemos dos experiencias de nuestro verdadero fútbol uruguayo en imágenes: en la televisión, en un formato de emisión nacional y única –la de Tenfield, en la Copa Nacional de Selecciones, y antes también de Clubes, tratando de cuidar los aspectos técnicos con la experiencia y capacidad de sus técnicos– y en streaming, por donde vimos la Copa Nacional de Clubes, por medio de la novel señal de AUF TV; y para muchos, muchísimos de nosotros no cambió nada de lo bueno. Esa sensación maravillosa de cuando el calor de diciembre no se anda con pavadas, de las tardecitas de verano esperando que llegue la hora, aquella pelotita de plástico y la mano del padre o de los tíos depositándonos en la explanadita del estadio, y el fútbol, la selección, esa patria particular y con caminos de tierra, con chivas, ciclomotores, chorizos de rueda que tienen como bandera irrenunciable la camiseta y la renovada esperanza de Penélope de este año sí será.

En todo caso, habrá cambiado para algunos aficionados televisivos al fútbol, que se habrán avispado de la valía de ese campeonato.

Porque hasta la pasada edición de la Copa Nacional de Selecciones, la que terminó con el título de Paysandú ante Colonia, resultaba inexplicable que esa inmensa movida, que esta vez involucró a 29 representativos y a casi 50 poblaciones, no tuviese una propalación de imágenes televisivas informativa, seria y masiva que le diese la visibilidad que ya sabemos que tiene en donde nacimos, nos criamos o donde viven aún nuestros abuelos y tías.

En las más diversas canchas, con las más variadas indumentarias, con figuras atléticas de innegable proyección, sucede. También les pasa a hombres grandes, anchos o con barrigas prominentes que no renuncian a su hambre de gloria pueblerina. Habrá tableros electrónicos con botoneras difíciles de manejar, y cuaternas de árbitros con uniformes color ratón, desteñidos cuervos que no leyeron la care label que dice “no secar al sol”. Penales cobrados y travestidos en tiros libres, grescas y cervezas, despellejando a los vecinos, a los que encontrarán mañana en la cola del supermercado o rumbo a la carnicería o a la agencia de quinielas.

Con pruebas, se trata del campeonato de fútbol más uruguayo que puede haber, con representaciones plenas de cada rincón del país y con el juego local-visitante pleno y comprobado. Pero –esta vez sin pruebas– podríamos hacer verosímil la idea de que Edinson Cavani sueña con vestir la camiseta salteña, o Diego Godín la roja coloniense, haciendo juego con Rodrigo Bentacur; o imaginar a Brian Rodríguez llevando adelante a la amarilla de Tranqueras, o al Mati Vecino con la de Canelones del Este. Es así.

Modelo 2020

Esta vez el torneo arranca el 11 de enero y se juega acoplando tres fases iniciales, que son tres torneos en sí mismas y que tienen muchísimo valor propio, de los que se festejan con caravana, noche interminable y foto con todo el plantel.

El Litoral tiene tres series. En dos de ellas hay cuatro selecciones: en la A están Rivera, Tacuarembó, Artigas y Bella Unión, mientras que en la B juegan Paysandú, Guichón, Salto y Ligas Agrarias de Salto. La serie C tiene sólo tres participantes: Fray Bentos, Young y Carmelo. A cuartos de final clasifican los tres primeros de las series de cuatro (la A y la B) y los dos primeros de la serie C. Después sigue con semifinales y finales, además del partido por el tercer puesto. Los tres primeros entran al módulo de cuartos de final de la fase del campeonato del interior.

El Sur también tiene tres series, pero innova en la decisión del torneo, porque la segunda fase vuelve a agrupar a los clasificados en grupos de tres, de los que emergen los finalistas. En la serie A están Durazno, Sarandí del Yi, Flores y Paso de los Toros. La B la integran San José, Ecilda Paullier y Colonia. En la C están Florida, Sarandí Grande –en representación de la Unión de Ligas del Interior de Florida– y Canelones. Clasifican a segunda fase los dos primeros de cada serie, que se organizan en dos triangulares de los que saldrán los finalistas del Sur, que serán además los clasificados al módulo final de la copa nacional.

En el Este la organización es también de tres grupos (dos de tres selecciones y uno de cuatro), con un gran premio deportivo para el que gane la serie de cuatro, la de Canelones del Este, Minas, Zona Oeste de Maldonado y Liga Mayor de Maldonado, dado que pasará directo a semifinales. En esa serie, la A, clasifican tres selecciones: la ganadora a semifinales, y la segunda y tercera a cuartos de final. La serie B la componen Rocha, Treinta y Tres y Cerro Largo, mientras que la C está integrada por Batlle y Ordóñez, Cerro Chato y Vergara. Después de los cuartos de finales, semifinales, finales y partido por el tercer puesto, el Este llevará a tres de sus selecciones a la definición del Campeonato Nacional.

Está previsto que todos los partidos, los del Este, Sur y Litoral, se jueguen el miércoles y el sábado o domingo (seguramente la televisión tratará de que haya partidos los dos días), y siempre se jugará antes el preliminar de sub 17. Los partidos de miércoles se disputarán en horario nocturno, iniciándose no antes de las 18.00 y no más allá de las 22.30. Los sábados y domingos podrá haber partidos en horario vespertino, pero no antes de las 15.30 para el encuentro de juveniles. Estos tres torneos tienen prevista su finalización el 7 de marzo. La definición de la Copa Nacional de Selecciones, con los tres primeros del Litoral y del Este y los finalistas del Sur, comenzará el 14 de marzo, y se tiene previsto que el 18 de abril la selección campeona pueda alzar la copa de campeón del Interior.