Objetivo cumplido: la selección uruguaya de fútbol empató 0-0 con Colombia y se aseguró uno de los cuatro cupos sudamericanos para el Campeonato del Mundo sub 20 que se jugará en Polonia entre el 23 de mayo y el 15 de junio. El partido fue de ida y vuelta. Uruguay bien pudo ganar, estuvo cerca, pero le faltó puntería, algo que fue una constante a lo largo del campeonato. A lo último, gracias a la rebeldía colombiana, Uruguay bien pudo perder: Renzo Rodríguez fue figura y tapó dos pelotas fundamentales.

El equipo de Fabián Coito redondeó un buen torneo. Supo levantarse de situaciones complicadas, como ganar obligadamente en la última fecha de la fase de grupos para meterse en el hexagonal final, y también supo quedar primero a dos fechas del cierre de la fase final, hecho que le provocó pelear el campeonato hasta el final. El título cambió de camiseta, pero una constante sigue más vigente que nunca: Uruguay va a los mundiales juveniles.

Carlos Cuesta, de Colombia, y Darwin Núñez, de Uruguay, en el estadio El Teniente en Rancagua.

Carlos Cuesta, de Colombia, y Darwin Núñez, de Uruguay, en el estadio El Teniente en Rancagua.

Foto: Claudio Reyes

Tiempo de juego

En el primer tiempo a Uruguay le costó meterse en el partido. Ahora, una vez que lo hizo, que fue más o menos a los 15 de juego, la celeste dominó campo y pelota. Salvo por algún contragolpe por la banda derecha, donde jugaba el bueno de Jaime Alvarado, Colombia no generó mucho. Uruguay, en cambio, con la batuta de los mediocampistas centrales, Juan Manuel Sanabria y Nicolás Acevedo, más la electricidad de Pablo García y Nicolás Schiappacasse, le empezó a dar trabajo a la defensa cafetera. Tampoco fueron chances de gol claras-claras, pero sí el domino de los celestes generaba una sensación de superioridad y de que, en cualquiera de esas, se daba el gol. Emiliano Gómez fue quien tuvo dos tiros al arco que bien pudieron abrir el marcador. En ambos casos los disparos fueron débiles y los atajó el golero Kevin Mier. Las restantes instancias cercanas al área cafetera siempre estaban en los pies de Schiappacasse o de Darwin Núñez. Pero ninguno de los dos estuvieron acertados en el último pase. La libreta de anotaciones de jugadas peligrosas tiene un tiro libre en favor de Colombia. Fue peligroso y esquinado. Renzo Rodríguez adivinó la intención del pateador y la atajó sin problemas.

En el arranque del segundo tiempo Uruguay arrinconó a su rival. La presión alta dio resultados para que los de Coito se hicieran de la pelota rápido y de mitad de cancha para arriba. Eso provocó que los dos laterales se soltaran alternadamente y jugaran varias veces como socios de los mediapuntas, casi como punteros. La más clara en esos primeros 10 minutos fue de Schiappacasse, pero el delantero no pudo conectar bien la pelota con el pecho (recurso, porque le quedó a esa altura) y la terminaron sacando.

Nicolás Schiappacasse, de Uruguay, y Carlos Cuesta, de Colombia, en el estadio El Teniente, en Rancagua.

Nicolás Schiappacasse, de Uruguay, y Carlos Cuesta, de Colombia, en el estadio El Teniente, en Rancagua.

Foto: Claudio Reyes

Con el infierno que significa jugar con temperaturas arriba de los 30 grados, la segunda mitad del complemento se hizo abierta. Físicos desgastados, cancha grande. El ida y vuelta, por momentos, le favoreció más a Colombia. Si no fuera por una gran atajada de Rodríguez y porque Jader Valencia la pateó al diablo, los cafeteros bien pudieron ponerse 1-0. Otra consecuencia del fútbol ligero fue la expulsión del lateral derecho colombiano: Hayen Palacios llegó tarde en un par de cierres, doble amonestación en dos minutos y expulsión.

Lo que parecía iba a ser una ventaja para los celestes, no lo fue. Uruguay entró en la desesperación de saberse con uno más y fue menos claro que nunca en el partido. Equivocó todos los procedimientos y casi no tuvo tiros al arco, si bien se jugó en el lado colombiano de la cancha. Tan mal decidió cada situación Uruguay, que Colombia encontró espacios y se animó. Le faltó puntería, bien pudo ganar. Fue empate y la celeste es Mundial.

La vida de los otros

Además de Uruguay, clasificado en la tercera posición, Ecuador también se metió en el Mundial luego de ganarle 3-0 a Venezuela. No solo clasificó, sino que salió campeón, porque luego de su victoria -que automáticamente eliminó a Venezuela, que había sido el mejor equipo en la primera fase y se quedó en la última posición del hexagonal final- tuvo que esperar el partido de última hora. Argentina, con el empate, sería campeón, pero Brasil le ganó 1-0 y le amargó la fiesta. La canarinha igualmente quedó eliminada porque necesitaba marcar tres goles para pasar a Colombia.

Al Mundial, entonces, van Ecuador, Argentina, Uruguay y Colombia; a los Panamericanos los tres primeros.