Como si fuera un sueño y como si todo lo deseado se cumpliera. Fénix no para, sigue y regala un fútbol muy bueno, sobre todo efectivo, que lo hace liderar el Torneo Apertura en solitario y ser el más goleador del campeonato. Parece loco, porque este mismo equipo, con Juan Ramón Carrasco a la cabeza, sufrió hasta lo último la permanencia en la categoría el año pasado y ahora está donde todos quieren.

El fútbol da revancha. Esa prueba del año pasado, que tanto costó, fue el aprendizaje necesario que todos necesitaron. Porque, además del cuerpo técnico, la base de futbolistas se mantuvo y eso es lo que lo hace un rival muy difícil de vencer al capurrense. Sabe a lo que juega, se aferra, no se entrega y es muy inteligente en los planteos. Es cierto que tiene una columna vertebral clave, con un arquero muy seguro que no regala nada y agarra todo, y con una referencia goleadora como la de Leo Fernández que está finísimo, pero hay una comunión en campo con una distribución en el esquema táctico que está muy equilibrada.

Desde el inicio se veía que era una tarde lujosa en el Parque Capurro. Tribunas llenas, clima de buen fútbol y dos equipos con alto trato de balón. De arranque Danubio falló, porque una falta al borde del área dejó la mesa servida para todos, en especial para Leo Fernández. El chiquitito se hizo cargo del tiro libre y sacó un potente zurdazo que fue gol antes de entrar. La barrera se abrió, erroneamente, algo que en el camino Federico Cristóforo notó y salió a reclamarle a sus compañeros. En ese lapso la pelota ya iba directo a la red con el zurdazo divino que mandó el volante albivioleta. Pero Danubio no se quedó y movió la guinda en bloque para llegar al empate. Que no tardó. Saque lateral, recibió Renzo Ramírez, tocó rápido con Pablo Siles, que vio como Denis Olivera picó por derecha y le metió el pase filtrado. Casi contra la raya, Olivera metió el pase rastrero que encontró a Maravilla Carlos Grosmüller solo en el área chica, para empatar con un bombazo arriba.

Juan Ramón Carrasco volvió a optar por un 3-3-1-3 muy homogéneo que se acomodó en campo según las circunstancias. El equipo se movía en bloque cuando el rival le atacaba y cerraba los circuitos para impedir que lo agarraran mal parado. En ataque el equipo siempre intentaba llegar con superioridad numérica y sorprender. Así cayó el segundo, con una corrida por afuera que luego derivó con la guinda en la medialuna para Leo Fernández. Mágicamente, el volante sacó un pase empalado de zurda que dejó solo a Maxi Pérez en el área. El delantero no la dejó ni picar y la calzó de airea para pudrirla y poner el 2-1.

Golea

En pocos minutos del arranque Fénix liquidó todo, y hasta regaló un tiempo. Las arremetidas rápidas siguieron y el peligro no paró en ningún momento. Pudo ser el tercero con un bombazo de Leo Fernández, pero Cristóforo la desvió. Qué importa. Enseguida vino otra linda combinación de toques cortos y rápidos que dejaron solo a Maxi Cantera en el área. Ni bien recibió el volante fue bajado por Ernesto Goñi, en un claro penal. Leo otra vez se hizo cargo de la pelota quieta y la puso contra el palo para el tercero. El capurrense no lo dejó ni respirar a Danubio porque enseguida cayó el cuarto. Esta vez fue Maxi Pérez el que dejó solo a Mathías Acuña, y el delantero la mandó a guardar. Con el 4-1 y mucho por jugar Fénix manejó bien el partido y le cedió terreno a los dirigidos por Marcelo Méndez, que tuvieron que pasar del 4-3-3 a algo más ofensivo, pero con cuidado en el fondo. Llegaron, pero sin tanto peligro. Incluso cerca del final una falta de Darío Denis sobre Federico Rodríguez derivó en un penal a favor de los de La Curva. Grosmüller se hizo cargo de patearlo, ya cerca del final, y esta vez le dio mal. Darío Denis le adivinó la intención y tapó el descuento danubiano. Faltaba más para la fiesta, porque en una de las últimas Fénix cantó lotería. Se dio una divina sucesión de toques, que derivó en derecha con Roberto Fernández. El volante habilitó a Matías Rigoleto, que recién había entrado, quien se mandó con alma y vida al área y puso la guinda contra el palo para cerrar la divina goleada.

Fénix gana, gusta y golea. Sus hinchas lo celebran y el fútbol le da revancha a un equipo que lo necesitaba.

Detalles

Cancha: Parque Capurro. Árbitros: Daniel Fedorczuk, Miguel Nievas y Gustavo Márquez.

Fénix (5): Darío Denis; Juan Alvez, Rodrigo Abascal, Joaquín Varela; Armando Méndez (83´ Brian Lugo), Manuel Ugarte, Maximiliano Cantera, Leonardo Fernández; Maximiliano Pérez (74´ Matías Rigoleto), Ignacio Pereira (60´ Roberto Fernández) y Mathías Acuña. Entrenador: Juan Ramón Carrasco. Sup.: Jeremías Young, Jonathan Toledo, Raúl Ferro y Breno Caetano.

Danubio (1): Federico Cristóforo; Renzo Ramírez (79´ José Luis Rodríguez), Sergio Felipe, Brian Ferraréz, Ernesto Goñi; Gonzalo Montes, Pablo Siles, Emiliano Ghan (56´ Federico Rodríguez); Denis Olivera (56´ Briam Acosta), Carlos Grosmüller y Santiago Mederos. Entrenador: Marcelo Méndez. Sup.: Facundo Silva, Martín Marta, Patricio Gregorio y Santiago Paiva.

Goles: 7´ y 59´ Leo Fernández (F), 17´ Carlos Grosmüller (D), 35´ Maxi Pérez (F), 62´ Mathías Acuña (F) y 86´ Matias Rigoleto (F).