Lo hizo, se sacó la mufa: Racing logró ganar tras cuatro fechas del Torneo Apertura sin hacerlo. Fue en la quinta y de muy buena manera, goleando 3-0 a Progreso, que hasta ese momento era uno de los invictos del torneo. Los goles del triunfo, que le sirvió a la escuelita para salir del fondo de la tabla, los hicieron Julián Perujo, Martín Barrios y Mauro Estol.
Siempre jugó mejor Racing, más allá de que ratificó su supremacía en el segundo tiempo, luego de unos primeros 45 minutos más bien pobres. Juan Tejera buscó con los cambios lo que antes no tenía. Racing comenzó el partido con siete jugadores diferentes con respecto al último antecedente (la derrota con Fénix). Y le rindieron: la defensa fue sólida, el mediocampo funcionó bien –a los intocables Diego Arismendi y Martín Barrios se les sumó el buen desempeño del pibe Lucas Ortiz– y los tres de arriba, Gastón Alvite, Nicolás Sosa y Michel Araujo, generaron espacios y peligro en varias ocasiones. En resumidas cuentas, fue un engranaje perfecto para conseguir el objetivo de la victoria.
Lo dicho: tras un primer tiempo parejo y más entreverado que otra cosa, el segundo fue de dominio racinguista. Empezó con una situación un poco fortuita. A los 47 minutos Perujo se fue arriba por la banda derecha. Le cerraron la raya, encaró para el medio y se tuvo fe para darle de zurda. El tiro, rastrero y acelerado por el piso mojado, rozó en un defensa y se fue bien esquinado, imposible para Nahuel Suárez, el arquero de los gauchos. Ese 1-0 fue determinante para que Racing inclinara la balanza a su favor.
Después Progreso intentó empatar. Fue con más ganas e ímpetu que otra cosa. No repitieron el buen juego de fechas anteriores. Racing, que se retrasó un poco y quedó a las expensas de los contragolpes, liquidó el juego en el último cuarto de hora. A los 76 el juvenil de la selección sub 20 Martín Barrios fue más rápido que todos y definió ante la salida del arquero; cinco minutos más tarde, Estol, que recién había ingresado, fue el responsable de liquidar el partido.