Fue mucho más de lo que parecía. Peñarol sacó tres enormes puntos en su visita a Plaza Colonia. No jugó bien, pero necesitaba ganar y lo hizo. Más allá de la forma y de la doble competencia, en la que viene bien, hay méritos en los dirigidos por Diego López, que ahora miran a todos desde arriba.

En el intenso primer tiempo Peñarol encontró un premio casi sin buscarlo con claridad. Los arqueros Nicolás Guirín y Kevin Dawson estuvieron notables y fueron los responsables de que no hubiera goles hasta que, cuando se iban los primeros 45 minutos, cayó lo mejor. Un centro que fue rechazado por los colonienses dejó solo a Jesús Trindade, quien calzó la guinda con un tremendo derechazo que besó la red pero del lado de afuera. A los minutos volvió el peligro y apareció el primero. Rodrigo Rojo, desde el lateral zurdo, jugó con Agustín Canobbio, que controló y cruzó la bola hasta la otra punta. Por la derecha, con un gran gesto técnico, Brian Rodríguez controló, se sacó de encima a un rival y metió el pase cruzado que tomó Guzmán Pereira en la medialuna del área. Como venía, el mediocampista le dio con la derecha, con borde interno, y la guinda se cruzó, con un lindo efecto, para entrar contra el palo y abrir la noche.

En el complemento Peñarol intentó ser más cuidadoso con el balón y no abusar del juego directo. Por momentos le salió, aunque no generó tanto peligro en el área. Fue llegando en bloque, intentó por las bandas y por el centro, pero no le salió. Ganó la mitad de la cancha en el arranque del segundo tiempo, y eso le permitió dominar las acciones del juego para ir tranquilo en busca del segundo. Plaza Colonia se replegó y le cedió espacios a su rival, aunque siempre estuvo atento a las contras rápidas que podía generar, sobre todo con Cecilio Waterman, que estuvo imparable. Una dura entrada de Facundo Cabrera le valió la segunda amarilla, por lo que su equipo quedó con diez hombres, en lo que parecía una gran complicación cuando faltaban 20 minutos para el final.

Pero no. A pesar de tener en el campo a Fabián Lolo Estoyanoff y a Gastón Rodríguez, ya con un equipo volcado al ataque, a los mirasoles les costó mucho conectar y no pudieron prosperar en el juego, en el que perdieron la mitad de la cancha en los minutos finales. Plaza Colonia, con alma y vida, a pesar del hombre de menos, intentó con garra y con argumentos. De hecho, hubo un tremendo pase del delantero panameño que dejó solo a Nicolás Dibble, que no pudo darle ante la salida de Dawson, en una gran respuesta del arquero.

Con nerviosismo, Peñarol siguió fallando en lo último, y eso les dio vida a los patas blancas para seguir en busca de un anhelado, y hasta merecido, empate que no llegaría. Peñarol ganó y manda en el Apertura.