Fútbol en el Maracaná, qué más pedir. Un estadio gigante en todo sentido recibió el último partido del grupo C de la Copa América. Marco perfecto para el máximo torneo continental. En el medio fútbol, ahí donde ganó Uruguay.
Párrafo aparte para Edinson Cavani, autor del gol celeste. El del PSG la buscó por todos lados. Bajó a buscarla cuando no llegaba, ayudó a la marca como lo siente, trató de juntarse con Luis Suárez allá arriba. Los insultos estuvieron afuera, siempre hacia Edin. El calor estuvo adentro, donde habita el fuego, donde están los jugadores, únicos ídolos en estos líos.
1. El centro como cuestión
Con todo lo que estaba en juego, el medio de la cancha fue la obsesión de ambos. Las dos selecciones pusieron cinco jugadores en esa zona, porque pelota y espacios eran tesoro necesario. Ni autopista ni nada: en el primer tiempo el centro de la cancha fue un embotellamiento de hora pico.
Chile empezó mejor y la celeste terminó más arriba en el final. No hubo tiros claros, salvo uno lejano de Charles Aránguiz que sacó Fernando Muslera y un contragolpe que Luis Suárez no resolvió bien ante la salida de Gabriel Arias. Tenía el pase cantado a Giorgian de Arrascaeta, Luis buscó el tiro sesgado para sorprender y el arquero la echó al córner. A propósito de pelotas detenidas y tráfico abarrotado, el juego aéreo fue una necesidad, tanto en los despejes defensivos como en los envíos frontales para intentar atacar. Martín Cáceres, cuando se iban los 45 iniciales, atropelló tras un córner de Giorgian y peinada de Cavani. Fue suspiro, casi beso, no gol.
2. Las ofertas de goles
Era paridad monótona. Paulo Díaz tuvo una para Chile, pero la sacó Josema Giménez en la línea. La bocha iba para acá, iba para allá, nadie se superaba (o alternaban posesiones, mejor dicho). Y, cuando un partido está así, se define en detalles. Jonathan Rodríguez fue el aire que Óscar Tabárez busco en la zurda, sacando a De Arrascaeta. Cabecita la recibió solo e hizo lo que sabe de memoria: sacarse uno de encima. El centro de empeine, como los que saben, fue perfecto para el anticipo de Cavani. No se olviden de Cavani, el más humano de nuestros dioses, un goleador que siempre está.
3. Dame más
La historia continúa el sábado en el Arena Fonte Nova de Salvador. Empieza la otra copa, la de los mano a mano por cuartos de final. Una vida y la suerte en el torneo. El rival será Perú, último del grupo A, clasificado como uno de los mejores terceros. Ahí te quiero celeste. Con toda la fe del mundo.
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Fermín Méndez, desde Río de Janeiro.