Fue la bomba del mercado de pases en Brasil: Dani Alves, capitán de la selección de Brasil recientemente campeona de América, jugará en San Pablo. El lateral derecho, luego de finalizar su contrato con el París Saint-Germain de Francia decidió volver a Brasil y estará en el club del que es hincha, San Pablo, hasta diciembre de 2022.
“Sería sensacional entrar al Morumbí con la camiseta tricolor”, había dicho el defensor en 2009, diez años atrás. “Ahora es domingo y estamos viendo partidos de fútbol en la televisión en blanco y negro. Para nosotros, este es el mejor día de la semana, con gran alegría en nuestro hogar”, empieza narrando Alves en un video publicado por el jugador en su cuenta de Instagram. Y sigue: “Y ahora es el 2019 y podría haber elegido cualquier lugar para jugar, pero elegí volver a Brasil. A mi casa, a mi pueblo. Al club de mi vida”. “Es irreal, pero estoy aquí”, cierra Alves.
La última vez de Dani Alves en el fútbol brasileño data de la temporada 2001-2002, cuando defendía otra camiseta tricolor, la de Bahía. Luego, historia conocida, una carrera formidable y un talismán para salir campeón en todos los lugares donde estuvo: Sevilla y Barcelona de España, Juventus de Italia y París Saint-Germain de Francia.
En la selección brasileña también hizo historia. Comenzó a jugar en las juveniles. En aquel Sudamericano sub 20 que organizó Uruguay en 2003 se presentó como Daniel, la rompió y fue vice campeón, pero tendría revancha en el Mundial, donde por supuesto fue campeón. Con la mayor de Brasil viene de ser campeón de la Copa América, y con ese sumó su título número 41 en su carrera. Crack total.