Fue un gran fin de semana para Julián Schweizer. Todo empezó el sábado: ese día el surfista uruguayo le ganó el repechaje al argentino Surfiel Gil Lo Prete 15,00-14,73 en la especialidad longboard, victoria que le aseguró a Julián pelear por el oro. Hoy Schweizer volvió a las aguas del Pacífico, le ganó al estadounidense Cole Robbins 15,10-12,50 y se ganó el lugar en la final, asegurándose así la presea de plata. Para Cole Robbins fue el bronce.
La final fue contra el peruano Benoit Píccolo Clemente, actual campeón del mundo. El locatario hizo notables surfeadas y terminó llevándose el oro, invicto y prácticamente rozando la excelencia: 19,13-11,73. Las dos olas mejor puntuadas de Clemente fueron de 9,83 y 9,30 puntos, mientras que el celeste marcó 6,10 y 5,63. Al término de la premiación, el deportista habló con Garra.
“Es increíble todo, desde poder vivir en una villa olímpica con atletas que conozco de leer noticias hasta esto. Estoy súper contento de ganar la primera medalla de plata para Uruguay en estos juegos. Fue un día largo, cansador, con series de media hora, que terminaron en la final donde choqué con Píccolo Benoit Clemente, que era el gran favorito a ganar el evento, y demostró por qué era el favorito”, comentó Schweizer, agregando que “esto ahora sigue, esta experiencia me deja con más ganas, me refuerza el buen camino. Hay que seguir metiendo. El año sigue, faltan campeonatos importantes del World Tour para seguir escalando a ese nivel. Esto me motiva”.
Schweizer tiene 21 años y hace cinco que apostó a surfear, a la carrera como surfista profesional. Por eso se fue a Costa Rica, donde reside y entrena. “Hace seis años fui a entrenar un mes, volví copado con la idea de lo que era estar ahí. Les dije a mis padres: ‘Me quiero ir un año a entrenar ahí’. Al principio sonó un poco loca la idea, pero las cosas se fueron dando y encontré una base para entrenar, sobre todo los distintos tipos de olas, que es muy importante; esa variedad de olas lo hace un lugar único para entrenar. Surfeo a la mañana, entre hora y media o dos. Depende de cómo estén las olas. Hago gimnasio o piscina en el medio, dependiendo del día, y en la tarde una nueva sesión de surf”.
Entre el presente, el pasado y el futuro, Schweizer retribuye la medalla ganada a su entorno: “Esta medalla es para todo el surf uruguayo, que cada día crece más. También para toda mi familia y para los patrocinadores, que me ayudan a crecer. Estos últimos días fue increíble recibir el cariño y el apoyo de todos. El surf uruguayo tiene para crecer”.