Nacional de Florida había caído 4-1 de local en el estadio Campeones Olímpicos, pero –muy curtidas las jugadoras en sucesivos torneos de la Organización del Fútbol del Interior, en mayores y en juveniles– fueron por la hazaña a San José: un lugar en la final de la 17ª Copa Nacional de Fútbol Femenino de OFI estaba en juego.

River Plate las esperaba en San José –también en el estadio principal de la ciudad, el Casto Martínez Laguarda– con la tranquilidad que le daban sus fabulosos números. Aparte de los tres goles de ventaja ya logrados en la semifinal de ida, tenían la marca de un solo gol en contra, el que recién le habían convertido en la visita a Florida. Antes habían jugado diez partidos con el arco invicto y –¡nada menos!– 35 goles a favor. En definitiva, con 39 goles a favor y sólo uno en contra, nadie podía quitarles la condición de favoritas para afirmar su lugar en la final.

Pero no fue así: ¡Nacional goleó a River 7-0!

Fernando Urse, el director técnico de siempre de ese grupo, que jugó en la categoría niñas de la Organización Nacional de Fútbol Infantil (“el equipo actual está formado en base a ellas, a las que jugaron desde chicas”) y luego en juveniles disputando posiciones de arriba, cuenta que cuando las vio calentar le dijo a su ayudante: “Estas están muy concentradas, les tengo una fe bárbara”. Además, recuerda que unos días antes, en la radio local las muchachas llegaron a decir que si a Barcelona le levantaban tanteadores favorables claros, “por qué no lo podemos hacer nosotras”.

Planteó un esquema bien cerrado con cuatro atrás pero con laterales rápidas y con subida y tres volantes con Romina Alanís –la que ha vestido la celeste en juveniles y mayores– de enlace y dos buenas delanteras, una de ellas la ascendente Katia Rodríguez. Con esos cuidados el lema principal era “ir por ellas”.

A los 10 minutos llegó el gol de la esperanza: Romina, de tiro penal. Después, a los 13, Carolina Sierra, con disparo potente y repitiendo a los 30, logró la ventaja decisiva y quedando al borde del tanteador necesario. Con ese 3-0 se fueron al descanso.

“Las apabullamos, incluso erramos goles en pila y hubo un penal a Romina que todavía no sabemos cómo no lo cobraron. Ellas llegaron dos o tres veces”, remarca Urse.

En el segundo capítulo, de movida, nuevamente marcó Alanís para poner el 4-0, que dejó paralizadas a las locales, no acostumbradas a recibir goles.

Recuerda Urse que, en ese momento, Romina se propuso para laburar en defensa y cerrar los caminos “y le dije que no, que fuera de 9 para asegurarlo”. Y Nacional siguió aumentando la distancia. A los 20 Kassandra Peña cantó lotería sin que San Cono interviniera. El sexto fue de Sierra, que llegaba al triplete y, a los 25, la pequeña Kassandra convertía la séptima conquista ante el asombro incrédulo de jugadoras y público local.

Litoral, las otras finalistas

El duelo sanducero por un lugar en la final lo obtuvo el club Litoral tras empatar con Unión 2-2 luego de un intenso partido. Venían de una victoria 2-1 ante el ya laureado Unión, que fue campeón de esta misma Copa en 2015 y 2016.

Las representantes del club decano de Paysandú, que llegaron por primera vez a competiciones nacionales, lograron ventaja dos veces, pero Unión les igualó en ambas oportunidades, lo que le dio mucha emotividad al encuentro, que llenó de entusiasmo a las litoraleñas dirigidas por Diego Ifrán.

Litoral será visitante en el Campeones Olímpicos de Florida, el domingo, en principio, a las 17.30.